El portavoz del sindicato JUCIL de la Guardia Civil en Baleares, Tomás Quesada, ha repasado para La Voz de Ibiza la situación que viven los guardias civiles en las islas y las consecuencias en la prestación del servicio. Sin ir más lejos, el Destacamento de Tráfico tiene en Ibiza un tercio del personal contemplado en su plantilla.
Quesada presenta el conflicto partiendo de la base que «las retribuciones de cualquier guardia civil son las mismas en cualquier punto del Estado y evidentemente, como cualquier otra persona, siempre que se pueda elegir donde trabajar, uno elige hacerlo allí donde sus retribuciones le permitan tener mayor calidad de vida. Es así de sencillo: aumentar las plantillas aquí pasa por hacer atractivo al destino y, nos guste o no, se debe volver a remarcar que la necesidad es económica».
Y explica que «en nuestro caso, para compensar la insularidad (el complemento de indemnización por residencia), llevamos tiempo pidiendo como herramienta primordial que ese complemento se actualice al nivel de la circunstancias actuales de las Islas Baleares, especialmente de Ibiza, que siempre ha sido la punta del iceberg en esta problemática».
El representante de Jucil entiende que las «administraciones son conocedoras del tema, por lo que solo falta que decidan solucionar esta problemática porque si no el que paga los costes es el ciudadano».
El sindicalista ha puesto el ejemplo de las plazas de muy difícil cobertura o de difícil cobertura de la Sanidad, lo que ha permitido completar las plantillas en tiempo récord.
-¿Qué está pasando en Ibiza para que la isla se haya quedado prácticamente sin guardias civiles de Tráfico?
-Primero hay que saber que la Guardia Civil está regulada a 36 horas y media a la semana, como cualquier otro cuerpo policial. La retribución varía, dependiendo del tiempo que lleven los guardias en el cuerpo y de los complementos en función de la unidad. Pero básicamente un guardia civil recién salido de la academia ronda los 1.700-1.800 euros. Aquí en Baleares a eso hay que sumarle la indemnización por residencia: que en Ibiza, Formentera y Menorca, son entre 94 y 96 euros, y en Mallorca oscila entre 74 y 76.
-¿Y en otros sitios?
-Ese mismo complemento en Ceuta y Melilla está en aproximadamente 700 euros mensuales. La diferencia es abismal. O sea, 10 veces más o menos. Por eso la situación en la que se encuentran las unidades: alguna de ellas puede rondar en el 50% de su plantilla y en el caso de Atestados, que es la noticia que últimamente ha salido, está por debajo de un tercio de cobertura y además va a bajar más porque de los cuatro componentes que quedan desde hoy trabajando, dos de ellos a lo largo del 2024 van a retirarse.
-¿Cómo se refleja esto en las diferentes unidades?
-En Baleares es difícil, por no decir imposible, encontrar una plantilla o una unidad de cualquier tipo con el 100% de la plantilla cubierta, en especial las de Seguridad Ciudadana. Y en el caso de Ibiza es mucho más difícil porque existe un déficit crónico y muy alarmante en comparación con el resto de Baleares. De hecho, tras irse estos cuatro compañeros que dejan la especialidad y ya no forman parte de la unidad por la elevada carga de trabajo, se constata lo que nosotros veníamos diciendo, que ni siquiera somos capaces de cubrir las plazas que ofertamos. O sea, todo lo que se ha ofertado que estaba vacante en Ibiza sigue sin cubrirse, incluso se ha generado alguna vacante más. Fíjate que incluso del grupo de actividades subacuáticas (Geas) se marcha también algún componente fuera en esta ocasión. O sea que es que el problema en lugar de solucionarse, empeora.
-¿Hasta cuándo?
-Hasta que se le quiera dar solución. El mejor ejemplo que pongo, teniendo a Ibiza también como referente, es el problema que había en Sanidad, en concreto con Oncología. En el momento que el Govern, con el cambio político, ha decidido tomar cartas en el asunto, ha puesto el dinero sobre la mesa, esas plazas vacantes se han cubierto prácticamente en un plazo lógico. El problema que tiene Baleares es el costo de la vida. Si aquí tengo que dedicar un mínimo dos tercios, entre la mitad y dos tercios de mi retribución, a solo el alojamiento y aparte tengo que cubrir otras necesidades, va evidentemente a donde la retribución dé mucho más margen para cumplir todas las necesidades que tengan. En el caso de los compañeros con familias, la situación es todavía más grave.
-¿En qué casos prácticos se notará la falta de guardias?
-El mejor ejemplo que ya tienen los ibicencos es la oficina de la Dirección General del Tráfico, por ejemplo. En el caso de Guardia Civil y de los compañeros que hablábamos de Atestados, evidentemente va a afectar en que básicamente buena parte de los siniestros deberán ser atendidos por policías locales. Y si no fuera posible, el trabajo se va a tener que repartir de otra forma porque además los compañeros de la especialidad de Atestados son los únicos que se dedican a la investigación de accidentes de tráfico y eso tiene una carga burocrática inmensa después de esa primera actuación.
La resolución de estos incidentes se va a dilatar de manera enorme. Con lo que ello conlleva, en el caso de que haya aseguradoras o se tenga que percibir indemnizaciones y este tipo de cosas de por medio. No quedará más remedio que tener paciencia y esperar a que los procesos terminen cuando podamos.
-¿Se resentirá la seguridad ciudadana?
-Sí, se notará más que hay pocas patrullas por la calle. La atención de las incidencias se hace cuando se puede, no cuando se quiere, incluso ya no se puede ni prevenir. Ya hemos pasado de trabajar en modo preventivo a trabajar en modo reactivo por la sencilla razón de que no tenemos personal para poder hacer la presencia necesaria para prevenir. Entonces, se va la mayor parte del tiempo de una incidencia a otra y se llega y se atiende cuando se puede. Creo que a ningún ibicenco en particular y a gran parte de los baleares les extraña esa base de la realidad que se profundizará a partir de esto.
-La temporada se avecina compleja…
-Sí, porque este verano va a ser más complicado, ya que no vamos a contar los alumnos que vienen de la Academia debido a que la promoción que actual no acaba su formación hasta después de verano. Entonces, ya se va a complicar un poquito más. Necesitamos mayores refuerzos para poder atender las necesidades.
-¿Volveremos a vivir episodios de guardias civiles durmiendo en el coche?
-Es que ese ha sido el caso de compañeros que han dormido en su coche; que vienen con sus furgonetas directamente. Lo típico de estar en la furgoneta y buscarse un gimnasio para poder ducharse y este tipo de metodología para sobrevivir. Compañeros que han venido con su pareja y que han estado pagando 700 euros por una habitación con una cama en la que apenas cabían los dos. A otros les han pedido también unos 700-800 euros por una habitación compartida y sistema de cama caliente, donde uno se levanta y otro se acuesta; o a compañeros que les han pedido un año entero de alquiler por adelantado. Aunque no sea nuevo, no deja de ser doloroso.
