El caso mascarillas fake es el tema del momento en Baleares, donde se está investigando los contratos de la empresa que contrató el exasesor Koldo García, que respondía al exministro José Luis Ábalos. A medida que avanza el caso, se conocen nuevos detalles como el rol del empresario Juan Carlos Cueto, denominado como el cerebro detrás de la compañía que vendió mascarillas de baja calidad a sobreprecio al Govern de Francina Armengol y que ahora se escuda en que el beneficio que él obtuvo era bajo y que cumplió con su parte del acuerdo.
Así lo ha declarado el investigado ante el Juzgado Central de Instrucción Número 2, donde ha llevado un informe elaborado por la consultora KPMG en 2021 que concluiría que los precios de venta de mascarillas fueron acordes al mercado, añadiendo que tenían poco margen de beneficio económico.
Sin embargo, los fundamentos de Cueto no son sólidos porque la Fiscalía lo acusa de haberse embolsado 9,6 millones de euros y de ser «responsable último de las decisiones concernientes a este grupo empresarial». Como si eso fuera poco, los últimos informes sobre el caso, lo dejan más en evidencia sobre sus maniobras fraudulentas y el posible pago de comisiones a García y Ábalos.
El beneficio de las mascarillas
Los argumentos de Cueto son llamativos porque su empresa le ha vendido al Govern de Armengol mascarillas por casi cinco veces más el valor promedio de aquel momento, abril de 2020. Según el análisis realizado por la Conselleria de Salud del Govern balear, el precio mínimo en aquellas fechas era 0,340 euros por mascarilla quirúrgica y el precio máximo, 0,726 euros. El precio medio eran 0,424 euros por mascarilla. El Govern pagó las mascarillas teóricamente FFP2 a 2,50 euros la unidad a la empresa más costosa de las 12 que analizaron.
En total, la compra fue de 3,7 millones de euros y en cuanto detectaron que las mascarillas que arribaron no eran de la calidad solicitada, tampoco denunciaron la compra. Por el contrario, esperaron al último día del Govern para pedir una indemnización de 2,6 millones de euros, correspondiente a la diferencia de precio entre las máscaras solicitadas y las máscaras quirúrgicas entregadas por la contratista.
