Los días pasan, la temporada de verano se acerca y el presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, aún no ha definido quién gestionará los quioscos de la playa. Ante la tardanza en la respuesta, la Asociación de Chiringuitos de Formentera reclama la exclusión del concurso de las ofertas mejor valoradas.
Afirman que se trata de «propuestas irreales de gastos que no contemplan los costes de personal que deben ser subrogados según la normativa laboral vigente» y señalan que los informes de valoración de las ofertas «quedan invalidados con la obligatoriedad de la subrogación, puesto que de forma mayoritaria las empresas clasificadas en primer lugar en la propuesta de la mesa presentaron un número muy inferior de trabajadores y trabajadoras a los realmente existen y que tienen la obligatoriedad de contratar«.
Además, señalan que la oferta propuesta en primer lugar por la mesa de contratación para gestionar un quiosco en la playa de Migjorn «es una que estimó una plantilla de 5 trabajadores, cuando en el momento de la licitación eran más del triple». Es por ello que tildan de «inviables» muchas de las ofertas porque, según sus cálculos, «el personal previsto es insuficiente para garantizar los descansos del personal según convenio colectivo, vulnerando las obligaciones aplicables en materia laboral, lo que determina el rechazo de la oferta por inviabilidad jurídica y la exclusión del licitador en aplicación del artículo 201 LCSP (Ley de Contratos Sector Público) y supone un incumplimiento de una condición esencial del contrato».
Por último, manifiestan que, «dando por advertido al Consell de Formentera de todos los hechos, nos reservamos el derecho de emprender cuantas acciones legales (administrativas o penales) consideremos necesarias en defensa de nuestros intereses».
Llorenç Córdoba debe definir
El trasfondo sobre los quioscos de la playa es amplio y desde el Consell de Formentera siguen sin resolver este conflicto que tiene de un lado de la puja a los tradicionales y del otro a las empresas concursantes. Es por ello que las posibilidades que tiene Córdoba son dos: adjudicárselos de forma definitiva a las ocho empresas que obtuvieron mayor puntaje por la mesa de contratación o dejárselos a los antiguos gestores, misma medida que en 2023.
Si bien no hay una fecha fijada para su resolución, se estima que esta semana podría haber novedades al respecto, aunque Córdoba sostiene que hay «presiones desde afuera» que demoran la definición. «Lo más seguro ahora es que con toda la información que hay y todo, esto se pasa en la mesa de contratación», ha adelantado el presidente del Consell de Formentera, que dijo que no tomará esta medida solo, sino en conjunto con su equipo.
