El Instituto de Estudios Ibicencos (IEE) alerta sobre la sobrepoblación de serpientes en Baleares y asegura que «la situación es prácticamente irresoluble» pese al esfuerzo de los más de 500 voluntarios para erradicar a esta especie que pone en peligro de extinción a la lagartija pitiusa y exige que cada administración de las islas asuma la «responsabilidad» que hasta ahora no han tenido.
El IEE considera que los técnicos medioambientales y los responsables de toda la gestión de la fauna salvaje deben asumir este compromiso y trabajar al respecto porque hasta ahora han «delegado funciones» en externos como el Consorcio de Recuperación de la Fauna (COFIB), una empresa público-privada.
«Es imprescindible que haya un control, autorizado y externo a la empresa, del trabajo que se tiene que llevar a cabo», agregan en un comunicado emitido este lunes. Especialmente, apuntan desde el IEE, «cuando se actúa sobre un bien patrimonial común e intergeneracional como es el medio ambiente. Es una garantía de buenas prácticas que las actuaciones que se lleven a cabo en el medio ambiente, como el control de la fauna, estén bajo la vigilancia de la comunidad científica competente y no de la misma empresa privada que la lleva a cabo».
Además, la entidad ibicenca afirma que «las actuaciones de los organismos públicos con competencias medioambientales no han sido acertadas» en la lucha en Ibiza contra las serpientes, que llegaron hace ya dos décadas. «Ahora ya se puede asegurar que la serpiente de herradura (Hemorrhois hippocrepis) ya está en todo el territorio insular«.
Medidas
A raíz de esto, la entidad exige que se tomen tres medidas en todas las administraciones para que, con el trabajo en conjunto, se erradique esta especie. En primer lugar, piden «cerrar la puerta de entrada a las especies invasoras mediante controles portuarios», algo que supuestamente ya se está realizando. Sin embargo, consideran que «ha llegado 20 años tarde y con pocas garantías» para su cumplimiento.
En segundo lugar, reclama «tareas de trampeo generalizadas y estratégicas en todo el territorio» de Ibiza, «con reparto masivo de trampas y ratones (que hace las funciones de cebo) gratuitas». De hecho, sobre esto hubo avances recientemente, como en el caso de Sant Antoni, aunque no es suficiente.
Por último, insta a crear «zonas de reservas de lagartijas del tipo ‘arca de Noé’ en diferentes puntos de la isla. Todavía estamos a tiempo de hacerlo y no perder el patrimonio en biodiversidad que representa» la lagartija pitiusa, aseguran.
