El concurso para garantizar la primera y última barca entre las islas de Ibiza y Formentera se dilata: el proyecto de decreto de Transporte Marítimo de Baleares se encuentra en la última fase de tramitación, aguardando la aprobación de la Comisión de Europa que ha solicitado nueva documentación al gobierno autonómico.
El decreto había sido aprobado en 2010 para establecer la obligatoriedad de servicio público para el primer barco desde Ibiza entre las 5 y las 6 horas y el último con salida de La Savina entre las 22 y las 23. La Asociación Patronal de Empresarios de Actividades Marítimas ha alertado que estos servicios son solo rentables durante la temporada estival, al mismo tiempo que durante el resto del año las compañías han llegado a acuerdos con el gobierno balear, lo que implica que las empresas asuman el gasto de estos trayectos y que no brinde seguridad en la estabilidad de estas conexiones.
Según ha informado Ràdio Illa, la Comisión Europea debe emitir un informe vinculante positivo para que prospere esta normativa, demandada desde Formentera porque, una vez aprobada, permitiría al ejecutivo balear garantizar la primera y última conexión marítima del día con Ibiza.
En ese contexto, el ente europeo ha solicitado información sobre el gasto económico que implicarían los servicios de primera y última barca entre Ibiza y Formentera y un estimativo de los pasajeros que viajarían en esas franjas, algo que desde Transporte Marítimo han calificado como difícil de calcular.
En una entrevista con la radio de Formentera, el director general de Puertos y Transporte Marítimo, Antoni Mercant, ha afirmado que, para fundamentar el decreto, el Gobierno ha expuesto a la Comisión Europea la realidad del «aislamiento» y la «triple insularidad que sufre Formentera» y que «cuando llega el otoño, el único vínculo de la isla con el exterior es el transporte marítimo».
