La seguridad en Sant Antoni siempre ha sido un asunto prioritario. En los últimos años, los índices han bajado y se ha notado un cambio con respecto a años anteriores, de la mano de la transformación turística que está sufriendo el municipio gracias a la fabulosa reconversión hotelera, a la modernización de locales de ocio como Ibiza Rocks y OBeach enfocados a un turismo de más calidad y al declive del West End.
También ha puesto su granito de arena, o granazo, el Ayuntamiento de Sant Antoni a través del refuerzo de la Policía Local con más medios humanos y técnicos y más profesionalidad en la mejora de la seguridad.
Hablamos de todo ello con el jefe de la Policía Local, Alejandro Ponce (Santa Agnès, 1976), al frente del cuerpo desde hace tres años. Su carrera comenzó en el año 2004 como policía turístico y desde ese momento no dejó nunca de estar dentro del cuerpo que ahora dirige orgulloso y vocacionalmente.
De casta le viene al galgo. Su historia con las fuerzas de seguridad viene en su sangre. Su padre fue el primer guardia civil del servicio fiscal en el puerto de Sant Antoni, donde conoció a su madre, se enamoraron y fruto de ese amor nació Alejandro.
Alejandro Ponce confiesa que de pequeño se le metió el “gusanillo” de ser policía. Después de ir a clase, pasaba por el cuartel de la Guardia Civil como si fuera uno más.
Suma a su formación policial, una diplomatura superior en Criminología por la Universidad de Oviedo.
-¿De cuánta gente está al mando de la Policía Local de Sant Antoni?
-Tenemos 59 efectivos policiales, más personal administrativo que también trabaja en la jefatura que son nueve.
-¿La plantilla está al completo?
– Sí, cuatro de ellos están en la Academia, que están formándose para formar parte del cuerpo este verano en prácticas y luego siguen. Vamos renovando la plantilla conforme se van produciendo las jubilaciones. La intención que tiene el equipo de gobierno, y así nos lo prometieron, es llegar hasta un número de 80 efectivos, una vez acabe la legislatura. Tenemos tres años para llegar.
-¿Es la cifra objetiva de efectivos que necesita la Policía Local de Sant Antoni?
-Sí. Hicimos un estudio, nada más asumir la jefatura hace tres años. Para atender el invierno, la actual es una buena dotación. Para atender las 12.000 camas hoteleras legales que tenemos, luego los barcos, luego las ilegales, que también las perseguimos, necesitamos más personal y 80 es una cifra con la que podríamos trabajar tranquilos y especialmente hacer prevención y disuasión para evitar actividades delictivas.
-¿Qué unidades especializadas tiene el cuerpo?
-El cuerpo cambia del invierno al verano. Ahora mismo tenemos la unidad de playas, la unidad canina, la unidad de drones y la unidad de medio ambiente
La unidad territorial de playas tiene presencia uniformada para control de venta ambulante, control de ordenanzas municipales y control de la seguridad ciudadana también.
Se mueven en bicicletas eléctricas o en motos de agua para desplazarse de una playa a otra. Opera desde mediados de mayo hasta septiembre más menos. Son cuatro efectivos con los que cubrimos el horario diurno todos los días de la semana.
Tenemos la unidad Canina que también trabaja solo en verano.
Tenemos la unidad de drones que estamos reforzando para que más agentes puedan ser pilotos y que trabaja todo el año, aunque tiene más actividad en verano para controlar zonas de difícil acceso, acampadas, rescates…
Y obviamente la unidad de medio ambiente, de proximidad, seguridad ciudadana, tráfico…
En ocasiones, un agente forma parte de más de una unidad. Por ejemplo, siempre intentamos que en los turnos haya un equipo capaz de operar drones aunque esté haciendo otras cosas por si hace falta.
-Confieso que me ha sorprendido que me diga que la plantilla está al completo, también me ha sorprendido la calidad del edificio en el que están, hace poco presentaron una fuerte inversión en el parque móvil… ¿Alguna queja?
-No, estamos muy contentos. Desde que asumí la Jefatura hemos trabajado codo a codo con la regidora Neus Mateu (hoy alcaldesa accidental) quien hasta el día de hoy no ha dicho que no a ninguna cosa que le he pedido.
Los vehículos decidimos que era mejor cambiarlos todos que ir cambiando uno por uno.
El edificio es muy moderno y está muy bien ubicado, en el centro, que es donde tiene que estar. Está adaptado y cumple las necesidades que tiene nuestro pueblo. Aquí viene gente de la Guardia Civil, de la Policía Nacional y de otras ciudades de Baleares a hacer formación y siempre me dicen que tenemos las instalaciones más modernas de la región. Tenemos suerte.
-Falta el retén por hacer en Paseo de Arenal.
-Ha habido algunos problemas durante las obras, pero nos han prometido que en julio estará listo y espero que así sea. Es una infraestructura que nos dará más visibilidad y nos permitirá hacer más trabajo de prevención.
-Es recurrente el lamento del alcalde, Marcos Serra, sobre la injustificada mala imagen que tiene Sant Antoni en el resto de la isla. ¿Cómo convive el jefe de la Policía Local de Sant Antoni con esta evidencia?
-Mi pareja es inglesa, de Irlanda del Norte. Cuando voy a su tierra a visitar a la familia no paran de preguntarme sobre la seguridad en Sant Antoni. Es injusta y falsa esa imagen.
Sant Antoni es Disneyland. Por la cantidad de gente que tenemos aquí por metro cuadrado, gente joven que viene a divertirse, que bebe alcohol y va de fiesta pasan muy pocas cosas. Por ejemplo, no tenemos, gracias a Dios, delitos de sangre y podemos decir que Sant Antoni es un sitio tranquilo. Tenemos robos y problemas como el gas de la risa, pero considero que Sant Antoni no es un sitio inseguro ni de excesos.
Quizá influya que me he criado al lado del West End y he crecido viviendo mucha gente joven También puede ser que yo me he criado aquí, yo vivía en la calle Balanzat justo al lado del West End.
-¿Cómo vive el jefe de la Policía Local de un municipio tan turístico en el que la imbricación del turismo con la población es tan intensa debido a que en el núcleo urbano hay tantos hoteles y hostales?
-Nos obliga a hacer una labor muy intensa de mediación y de control. Siempre estamos intentando reunirnos con el máximo número de actores posibles para intentar media entre el turista joven que viene a pasarlo bien, el empresario que está aquí para ganar dinero y el residente que quiere descansar y disfrutar de Sant Antoni.
Es una mediación a tres partes que muchas veces es muy complicada y muy, muy difícil. Tengo la gran suerte de haber nacido aquí, de haberme criado aquí y de conocer a la gran mayoría de los empresarios de la zona. Muchas reuniones, muchos cafés para intentar cambiar aquello que no funciona o no se está haciendo bien.
Les mencionamos que hay una normativa vigente que se ha de aplicar y se aplicará en el momento que detectemos que haya algún tipo de incumplimiento. Y, como siempre pasa, hay empresarios que nos lo ponen muy fácil y otros no tanto. Esta mañana por ejemplo hemos precintado un equipo de música de un local por exceso de ruido.
-¿Y ese local se queda sin música durante toda la temporada?
-Hasta que legalice toda su situación. Intentamos mediar siempre para que el empresario pueda trabajar, el residente pueda descansar y el turista pueda disfrutar. Buscamos un equilibrio.