La investigación sobre el trágico derrumbe en el Medusa Beach Club, ubicado en la Playa de Palma, busca esclarecer si se llevaron a adelante obras ilegales en la terraza que colapsó la tarde del jueves y que dejó cuatro muertos y 16 heridos.
Las primeras pesquisas han sugerido que la estructura del edificio no estaba preparada para soportar el peso de la primera planta, habilitada como parte del restaurante, donde se encontraban alrededor de veinte personas en el momento del accidente.
Varias reformas después de una inspección técnica
El inmueble, ubicado en calle Cartago 14, aprobó la Inspección Técnica de Edificios (ITE) en 2017, sin embargo, a lo largo de los años se han realizado diversas refacciones, las cuales están siendo analizadas por técnicos municipales para determinar las causas del derrumbe.
Los cambios se realizaron después de la constitución de una sociedad formada por dos hermanos austriacos dedicados al sector de la restauración en 2018. Posteriormente, el establecimiento se transformó en el Medusa Beach Club, inaugurado en 2021.
Las indagaciones se centran ahora en determinar si estas modificaciones contaban con los permisos adecuados y si se ajustaron a las autorizaciones recibidas o si se realizaron cambios significativos que podrían haber provocado el colapso.
Responsabilidades penales
Técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma y agentes de la Policía Nacional han realizado la mañana del viernes una revisión en el edificio colapsado. Las primeras investigaciones sugieren una sobrecarga en la terraza de la primera planta, donde se habían instalado mesas, sillas y otros elementos.
La estructura, construida en 1972, cedió el jueves por la tarde, afectando significativamente la planta baja y alcanzando el sótano, donde fueron rescatadas varias víctimas.
La Policía Nacional está a la espera de que los técnicos municipales recaben toda la información y elaboren un informe para determinar si pueden existir responsabilidades penales en el trágico derrumbe.