Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

ENTREVISTA JUANITO MARÍ/70 ANIVERSARIO DE LAS DALIAS

“Las Dalias no se vende, es un patrimonio de San Carlos y de toda Ibiza”

'Juanito' Marí, la segunda generación al frente del icónico complejo turístico repasa en esta entrevista el pasado, presente y futuro de Las Dalias con optimismo a la par que cierta nostalgia: "Ya quedamos pocos que no hayamos vendido. El Consell tendría que haber declarado Pacha BIC, con lo importante que ha sido para Ibiza"
  • "Es guay trabajar en Las Dalias. Somos un sitio auténtico, como una familia y el reflejo de las 80 nacionalidades que han pasado por aquí a lo largo de 70 años"
Juanito Marí,
Juanito Marí, de Las Dalias.

Joan Marí Juanito de Las Dalias (Sant Carles, Ibiza, 1961) es uno de esos tipos auténticos que se encuentra uno en su vida. De ocho apellidos ibicencos, tuvo la suerte o la desgracia, eso nunca se acaba de saber del todo, de ser hijo del fundador de Las Dalias, un centro turístico que necesita pocas explicaciones, un tipo que desde la distancia me imagino como un fuera de serie como podrá comprobar usted también a lo largo de esta entrevista. Y de haber aprendido algo de cada una de las 80 nacionalidades que de una manera u otra han pasado por Las Dalias y, por lo tanto, por su vida. 

Las Dalias cumple el 4 de noviembre de este año el 70 aniversario, efeméride que no está al alcance de muchas empresas y que piensa celebrar con la secular naturalidad ibicenca. 

Antes de la entrevista celebrada en la terraza del complejo, Juanito nos enseña orgulloso los avances y novedades del icónico centro turístico que heredó de su padre. Se le ve acostumbrado a la multitarea, va dando instrucciones a cada paso, al mismo tiempo que atiende el teléfono y nos explica que la reforma del restaurante mexicano que ha abierto este año ha procurado mantener elementos originales como las paredes de piedra, el techo de madera de sabina, unas enormes botas de vino compradas en Binisalem como elementos decorativos, combinándolos con unas instalaciones modernas, estampa que bien podría ser el resumen de los 70 años de historia de un lugar que se adapta a los tiempos sin perder su esencia, o al menos, del todo. 

“Esto hoy en día sería imposible”, confiesa. 

Imposible parece hoy en día encontrar a un empresario que asegure no tener problemas de personal. El cariño con el que saluda a los trabajadores que se va encontrando a su paso contribuye a la anomalía. 

“La gente es muy fiel aquí. Yo creo que es guay trabajar aquí, es un sitio con historia, emblemático, con un muy buen equipo humano. Somos como una familia. Yo siempre estoy con la gente aquí, no soy de VIPs”. 

-¿Qué es Las Dalias?

-Necesito un rato para decirlo… Lo primero es que Las Dalias fue el sueño que tenía mi padre. Piense que abrió en el año 54, eran tiempos difíciles, aún de posguerra, la cartilla de racionamiento funcionó hasta 1952. 

En Ibiza era todo muy básico, no había aeropuerto, no había turismo, no había nada… pero mi padre tenía la ilusión y la visión de hacer un lugar para bailar, para beber y para comer. Aquí se hicieron las primeras bodas, la primera en el año 57. Era todo muy austero en esa época, los que se casaban traían ellos mismos los animales sacrificados, sus cocineros… Fíjese qué recorrido no solo de Las Dalias sino de Ibiza en estos casi 70 años. Nosotros hemos intentado mantenernos fieles a nosotros mismos, sin olvidar de dónde venimos a la par que adaptándonos a la modernidad. 

-A la vista está que con notable éxito… 

-Yo creo que sí. Ha habido épocas económicamente difíciles, hemos tenido que superar crisis, momentos en los que no sabíamos hacia dónde ir… y aquí estamos. Hoy en día Las Dalias está funcionando muy bien, gracias a Dios. 

En los últimos tres años, hemos hecho una actualización y renovación muy importante de las instalaciones. Hemos renovado el bar, la sala de fiestas, donde antes hacíamos el baile de las bodas, hemos renovado el restaurante que ahora es Palo Santo, de cocina mexicana, tratando de combinar al máximo los elementos originales de piedra, de madera, con el techo de madera de sabina, en definitiva hemos llevado a cabo una modernización que era muy necesaria de las instalaciones y de la oferta gastronómica y de ocio. 

Restaurante Palo Santo.
Restaurante Palo Santo, con elementos originales restaurados y perfectamente integrados.

Ha jugado un papel fundamental en este proceso de transformación de Las Dalias Sena Pallero, a quien conocí hace más de 10 años cuando montamos un mercadillo en Madrid. Él se encarga de la parte gastronómica y de la parte creativa de la restauración. 

Yo soy un enamorado del bullit de peix y de la salmorra y de los platos de aquí, pero no todos hemos de hacer los mismos platos.  Nosotros hemos apostado por una cocina más internacional, pero más diferente. También hay que tener en cuenta que alrededor de Las Dalias ya tenemos una oferta tradicional muy importante con Cas Pagés, Ca na Aneta, toda la zona de Pou des Lleó, que es una pasada. Así que pensamos que era más interesante hacer una oferta diferente que hiciera más atractivo venir a San Carlos.

-¿Es este el secreto de haber llegado en tan buena forma a los 70 años de historia?

-No se lo sé decir… Mi familia siempre ha sido muy abierta. Aquí tenemos influencias de más de 80 nacionalidades que han pasado por Las Dalias a lo largo de la historia…

-También pasa mucha gente por aquí cada temporada. 

-Gracias a la pandemia, disponemos de un sistema de conteo digital que nos permite saber en todo momento el aforo que tenemos.  En temporada alta, pasan 35.000 personas a la semana por aquí.

«Intentamos que haya actividad cada día y que siempre haya una razón para venir a Las Dalias»

-Eso es mucha gente.

-La verdad que sí. El sábado es el día de mayor afluencia, con el mercadillo de día. Domingo, lunes y martes, tenemos mercadillo de noche, que también es una pasada. La fiesta Namaste, la de Sven Väth… Intentamos que haya actividad cada día y que siempre haya una razón para venir a Las Dalias.

-Yo creo que es una visita imprescindible para todo turista que viene a Ibiza. 

-El mercadillo ha sido el gran motor de Las Dalias desde hace muchos años. Los primeros 30 años de historia, cuando no había mercadillo, Las Dalias fue un referente como un lugar para venir a cenar, a comer, a bailar, a celebrar bodas, ya que las hacíamos casi todas. Por aquí pasaron todos los grupos de la época. Después empezamos a tener una época de mucho rock and roll gracias a los grupos que pasaban por Estudios Mediterráneos y que venían a tocar aquí para desfogarse.

-Guarda buenos recuerdos de esa época por lo que veo.

-Muy buenos. Por aquí pasó gente de mucho nivel del rock argentino y español. (Repasar) Charly García, Los Abuelos de la Nada, Celeste Carballo, Rebeldes, La Frontera, Elegantes, Moris, Gato Pérez, Obús, Rosendo, Manzano, Sangre Azul, Sobredosis… una cantidad de grupos impresionante… Medina Azahara…

-¿De dónde viene el nombre de Las Dalias?

-La historia es muy interesante. No hace mucho se lo pregunté a mí tío, Antonio Marí Juan, porque, aunque me habían contado la historia, no la sabía de primera mano. El nombre se lo puso mi tío con la oposición de mi padre. 

Mi padre no decía a nadie qué estaba haciendo aquí, tenía miedo de que le robaran la idea y él no dijo a nadie que iba a hacer un bar, restaurante y sala de fiestas, y cada día daba una respuesta diferente: una fábrica de bloques de hormigón, una carpintería… 

Un día, mi tío, mientras trabajaban en los bancos de piedra, le dijo que le tenían que poner Las Dalias, porque en el camino, no había ni carretera entonces, había dalias ibicencas. Mi padre le dijo que no, que de ninguna manera. Un día mi tío puso un cartel con el nombre de Las Dalias y mi padre lo arrancó y lo tiró. Pero lo volvió a pintar y lo volvió a colgar y al final mi padre aceptó y Las Dalias se quedó.

-Pues fue un acierto.

-Absolutamente.

-¿Qué había aquí? ¿Era un terreno de la familia?

-No. Era una feixa. Aquí no había nada. Lo compró mi padre.

Juanito Marí y su padre
Juanito Marí y su padre y fundador de Las Dalias.

-Su padre era un visionario. 

-Sin duda. Piense que no había turismo, no había aeropuerto, no había nada.

-¿Tenía estudios?

-No.

-¿Había salido de la isla?

-No, nunca.

-¿Qué edad tenía?

-Menos de 30. Era un fenómeno.

-Me cuesta imaginar qué le pasaría por la cabeza a ese hombre para tener esta idea en esa época. 

-Antes ya había tenido otra historia, que de hecho es el origen de Las Dalias. Participó en la construcción de un hotel en es Canar, el hotel Panorama, junto a un socio. Finalmente, acabó vendiendo sus participaciones y con el dinero que ganó compró el terreno y nació Las Dalias.

-En aquella época aún no habían aterrizado ni los hippies

-Qué va. Pero él ya lo veía y no tenía ninguna duda.

-¿Cuál es el primer recuerdo que tiene de Las Dalias?

-De estar sentado delante de la televisión del bar, esperando a que mi padre arrancara el generador, el alternador y se pusiera en marcha la televisión para ver Tarzan. Lo tengo muy grabado. Hace unos años fui a África y vi a unos niños sentados delante de una televisión apagada, esperando a que se pusiera en marcha y me recordó a Las Dalias.

Primera fachada de Las Dalias.
Primera fachada de Las Dalias.

-La evolución amigo.

-Es que son 70 años de historia y ha evolucionado mucho. 

-Pocas empresas llegan tan lejos. 

-Ya quedamos pocos que no hayamos vendido a fondos de inversión y a empresas de fuera. Ya no queda casi nadie, todos son de gente rara. 

«Ya quedamos pocos que no hayamos vendido a fondos de inversiones y a empresas de fuera. Ya no queda casi nadie, todos son de gente rara»

-Supongo que ofertas no le habrán faltado. 

-Han venido a verme, pero ya saben que no tenemos intención de vender. Esto es un patrimonio creo que no solo de familia, sino de San Carlos y de Ibiza en general. Cuando muera, a saber lo qué pasará, pero mientras viva y pueda, no se vende. Entre todos, hemos de procurar que estas cosas auténticas no se pierdan. Personalmente, siento mucho la venta de Pacha. El Consell lo tendría que haber declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Con lo importante que ha sido Pacha para la historia de Ibiza fue una lástima que se vendiera. 

-Son cosas del progreso. 

-Está claro. Tenemos wifi, móvil y todo este tipo de cosas, pero cada vez quedan menos sitios auténticos en Ibiza. Tenemos que innovar, como hemos aquí, ahora es la época de la música electrónica, pues música electrónica… De todas maneras, les digo a mis hijos que si ponen reggaeton, me levantaré de la tumba (risas)… 

-Pero la fortaleza del destino es indudable. Ibiza tiene muchos repetidores con la competencia que hay y un alto índice de satisfacción. 

-Cierto. Aquí también tenemos muchos repetidores… 

-Por algo será.

Scroll al inicio
logo bandas