Julián Albaráñez, (1961, Albaladejo del Cuende, Cuenca) representante de los trabajadores de UGT, ha dialogado con La Voz de Ibiza en torno a la convocatoria de huelga indefinida de basuras en Formentera a partir del 16 de junio debido al impago del aumento salarial del 4,5% acordado con la empresa Pre-Zero desde enero.
Anticipa que «por el bien de los trabajadores, los ciudadanos y los turistas, esperemos que se solucione rápido porque si la huelga se efectúa, el impacto será negativo para todos».
Albaráñez explica que la falta de entendimiento entre el Consell y la empresa sobre la revisión del pliego de condiciones ha obligado a los trabajadores a tomar esta medida.
Ante la consulta de La Voz de Ibiza, sobre si se podrá solucionar antes del inicio de temporada de verano, el representante de los trabajadores «espera a que todo avance favorablemente» porque de lo contrario la imagen que brindará Formentera a los visitantes no será nada agradable.
Respecto a los plazos advierte: «Vamos a tener una reunión importante para intentar llegar a un acuerdo y es esencial resolverlo antes de la temporada turística, porque si no se soluciona, la situación será lamentable».
-¿Son conscientes del daño que puede causar este conflicto a Formentera? Una huelga con la basura en la calle en plena temporada turística…
-Claro que somos conscientes. De hecho, la estamos realizando en este tiempo porque es cuando más puede afectar a la economía de la isla. Porque hicimos una hace dos meses, en Semana Santa, y todos parecen haberla ignorado. Ni la administración, ni la empresa hicieron nada para resolver el asunto y tenemos que hacerla cuando el turista está aquí. Sabemos que el ciudadano nos va a criminalizar desde el primer momento. Van a pensar que somos nosotros los responsables de la huelga y le prometo que nosotros vamos a ser afectados por partida doble, por trabajadores y por ciudadanos. Además la huelga no solo va a afectar a la imagen de la isla, que va a ser lamentable de cara al turista, sino que también va a afectar económicamente, porque el turista puede dejar de llegar, si no se soluciona el problema antes.
-¿Hasta dónde van a llegar?
-Vamos a aguantar hasta que nosotros podamos. Nosotros vamos a pagar las consecuencias como trabajadores, ya que no vamos a cobrar durante los días de huelga, y como ciudadanos. Entre unos y otros se están tirando la pelota y el trabajador es el que está en medio y es el que va a sufrir todas las consecuencias. Somos los primeros interesados en que se solucione el problema.
-¿Cree que es justificable que la empresa alegue ahora que no puede cumplir con lo pactado con los trabajadores, dado que conocía los términos de los pliegos al presentarse? ¿No hubiera sido más lógico que no se presentara si no estaba dispuesta a cumplirlos, en lugar de incumplir y exigir que el Consell asuma el coste?
-La administración, en mi opinión, no manejó bien la situación. Elaboraron unos pliegos que luego tuvieron que ser retirados debido a impugnaciones de las propias empresas, y se tuvieron que hacer otros pliegos. Estos nuevos pliegos llegaron demasiado tarde y estaban desfasados. Los pliegos se redactaron en 2019, pero para 2022 ya estaban desactualizados. No se tomó ninguna medida para abordar la inflación que se produjo, y desde el Consell no se incluyó ningún crédito adicional para poder hacer frente al aumento de nuestros salarios, justificándose en que esto es algo que debemos resolver entre nosotros. La empresa alega que no puede asumir el convenio, y el Consell tampoco puede hacerlo. Si ninguno de los dos lo asume, ¿quién paga las consecuencias?
-¿Qué cree que puede hacer el Consell para resolver el conflicto e impedir la huelga?
-La administración debe proporcionar los fondos necesarios. Dicen que no pueden hacerlo porque los contratos actuales están cerrados, pero creo que alguna solución se puede encontrar. Aunque ahora insisten en ser estrictos con la ley, anteriormente han sido flexibles cuando les convenía. La ley permite ciertas acciones, así que deberían poder asignar un crédito adicional a los contratos para que el trabajo continúe sin problemas. Esto significa que cada vez que haya una revisión salarial, podríamos negociar y obtener un aumento. De lo contrario, si no se puede ajustar el salario, los trabajadores recibirán cero incrementos y no estaremos dispuestos a aceptar una congelación salarial. Esto llevaría a conflictos anuales y perpetuaría el problema. Por eso hemos convocado una huelga indefinida: para encontrar una solución y no tener que lidiar con este problema durante los próximos 10 años del contrato que empezó el 25 de marzo. Si no se resuelve ahora, estaremos 10 años con el mismo problema, solo postergándolo sin solucionarlo.
-Si se resuelve el tema de la subida salarial para este año, pero no para los siguientes años, ¿la huelga seguirá en pie?
-Claro. Ahora es el momento de resolver el conflicto definitivamente. Actualmente, el salario medio de un trabajador de recogida de basuras es de aproximadamente 1.500 euros. Estamos obteniendo un aumento del 4,5%, mientras que la inflación es del 14%. Este aumento del 14% lo obtenemos en tres años, no en uno, y durante ese tiempo los costos de vida, como el alquiler, han subido más del 4,5%. No nos alcanza ni para pagar el alquiler, ni hablar de otros gastos como la luz, los combustibles, el calzado, la peluquería y la comida. Si además renunciamos a este aumento, no sé qué haríamos.
-¿Ha habido algún avance estos días?
-Serio, de momento no. De momento, tendremos que ir a la mesa de arbitraje y mediación (TAMIB). A ver si llegamos a un acuerdo, si hay un entendimiento por las partes. Si el Consell no interviene, difícilmente se va a solucionar el problema.
