José Manuel Alcaraz ha dejado la presidencia del Partido Popular (PP) de Formentera en un nuevo capítulo de la crisis institucional que atraviesa la isla por el conflicto con el presidente insular, Llorenç Córdoba. Sin embargo, mantiene su acta de conseller, a pesar de que el vínculo está completamente roto, y afirma que la coalición «no se sentará nunca más» a negociar el presidente del litoral: «Nosotros no vamos a gobernar con alguien que está loco o presuntamente loco»
«Estoy harto de las coacciones de Córdoba», ha explicado Alcaraz a Periódico de Ibiza. «Primero, para conseguir un sobresueldo ilegal de 4.000 euros y, después, para quedarse con la subvención del grupo parlamentario. Ha dirigido siempre su estrategia para forrarse a costa de todos. Ha estado amenazando cada vez que Sa Unió salía en su contra y ha amenazado al Govern en el Parlament, por el sobresueldo y para que me echasen. Para quitar esta presión sobre el Govern, yo he decidido renunciar a la presidencia del PP en Formentera y que no pueda usar más esto de excusa amenazando a cambio de su voto en el Parlament», explica el conseller.
Alcaraz ha afirmado que la pretensión de Córdoba es «convertir el Consell de Formentera en una dictadura», de la cual gobierna sin equipo de consellers. El único que no ha dimitido es Artal Mayans, responsable del área de Turismo, pero Sa Unió espera que lo haga en los próximos días. Córdoba, además, no puede nombrar consellers no electos por lo que, a partir de este miércoles, la institución insular entrará en una situación jamás vista en la que habrá un presidente, puede que un conseller de gobierno y 15 consellers en la oposición.
Este nuevo episodio de la crisis en Formentera, que inició en noviembre de 2023, cambia por completo el esquema actual de tensión y disputa por uno para «acabar con la presidencia de Córdoba» desde adentro.
El expresidente del PP de Formentera explica que «llega un momento en que voy a ir a por todas contra Llorenç Córdoba. Consideramos todo el grupo (Sa Unió) que ha roto todos los puentes que hemos intentado tender». Incluso asegura que en las últimas negociaciones los ha «insultado, amenazado y faltado al respeto y nos ha mentido, es decir, que ya no volveremos a hablar con él nunca más», según ha comentado a Diario de Ibiza y Formentera.
Desvela que este lunes se reunieron las respectivas direcciones del PP y de Compromís para valorar la situación con todos los consellers: «Yo les presenté mi dimisión tanto de conseller como de presidente del partido, pero de las 30 personas presentes nadie aceptó la de conseller. Insistí, pero no se quiso aceptar y decidí seguir; el argumento que me expusieron es que aunque yo me vaya no serviría de nada porque ellos no quieren hablar con Llorenç Córdoba y que la única solución es su dimisión, no queda otra».
A Alcaraz le preocupa especialmente que el presidente «pretenda que el secretario modifique el reglamento para cargarse la Junta de Gobierno y gobernar él solo. Esto no es una dictadura, es una democracia. Estamos ante un caso único, en el país no hay ningún alcalde, ni presidente de diputación, consell o cabildo que gobierne solo».
Sin salida
Por su parte, Córdoba no piensa en una salida política y baraja diferentes vías legales, como «gobernar el presidente, un conseller y el pleno». En este caso, reconoce al mencionado medio que «la carga de responsabilidad del presidente tendría que descargarse sobre jefes de servicio».
Al ser preguntado sobre si no piensa en dimitir, asegura: «No, de momento, no. No me han dado razones para dimitir, aunque la oposición o el equipo de gobierno me pidan la dimisión sin razón».
