El 14 de mayo, Mark Zuckerberg, ha recibido su nuevo superyate llamado Launchpad. Se trata de un autorregalo del empresario de las redes sociales por su cumpleaños número 40, por el cual ha gastado 300 millones de euros para disfrutar de una estadía con su familia en Mallorca e Ibiza, donde ha festejado el cumpleaños 70 de su padre.
Se trata de una embarcación de 118 metros de eslora y 15 de manga fabricada por los astilleros Feadship en Países Bajos. En esta ocasión, Zuckerberg le ha comprado el yate a un oligarca ruso, quien tenía prohibido atracar en puertos de Europa por sus vínculos con la guerra contra Ucrania. Ante esto, y en una operación de bajo perfil, se lo vendió al dueño de Facebook.
Tiene una capacidad para 24 invitados, a los que se pueden sumar hasta 48 tripulantes. El barco posee la bandera de las Islas Marshall, en la región de Micronesia, y, según su ficha técnica, puede alcanzar una velocidad de 20 nudos con una autonomía de 3.000 millas náuticas y sus gastos de mantenimiento anuales pueden llegar a superar los 30 millones de euros.
El Launchpad tiene tres cubiertas, en blanco y azul marino, y en la proa se ha podido observar estos días que está amarrado en la bahía de Palma una pista de tenis, mientras que en la cubierta de popa permanece aparcado un helicóptero con el que los invitados pueden acercarse a tierra firme.
En uno de los laterales del casco hay una terraza acristalada para tomar el sol o comer justo sobre el mar. Durante el fondeo en Baleares, se han instalado toboganes e hinchables para jugar en el mar.
El diseño de la embarcación ha estado a cargo de expertos de Espen Øino International, ubicado en Mónaco y con una importante trayectoria en el diseño de embarcaciones de gran eslora. En cuanto a su interior, solo se sabe que Zuretti Interior Design ha sido la encargada de su estructura, aunque no se han difundido fotos sobre la misma.