La naviera Trasmapi, en conjunto con Repsol, ha realizado la primera prueba de un combustible 100% renovable para el sector marítimo en Marina Ibiza. Este hecho es histórico porque así se da paso a una nueva etapa, en la que este combustible diésel renovable, que se produce a partir de residuos orgánicos, podría ser un importante salto hacia la sostenibilidad del sector.
La prueba se realizó en el fast-ferry Illetas Jet, buque de alta velocidad que hace la ruta Ibiza-Formentera, diseñado por la compañía en colaboración al astillero gallego Rodman Polyships cuya inauguración fue realizada en 2017, así como sus hermanos Migjorn Jet y Espalmador Jet.
Para Rafael Cardona, Gerente de Trasmapi, «Este año Trasmapi cumple su 50 aniversario, y en estos últimos la naviera ha ido trabajando hacia una mejora tecnológica. Por lo que este tipo de iniciativa que nos une a Repsol es de vital importancia, ya que se centra en acercarnos hacia un futuro donde prime la sostenibilidad y el compromiso con el medio ambiente».
A su turno, Miguel Sierra, Gerente de Marina y Pesca de Repsol, destaca que «esta alianza con Trasmapi, compañía naviera 100% balear que forma parte el grupo IMG, pone el valor nuestro compromiso con el sector marítimo y la apuesta de Repsol por los combustibles renovables en España. Estos combustibles aumentan el abanico de tecnologías sostenibles para la movilidad y ayuda a nuestros clientes a elegir la que mejor se adapte a sus necesidades. En este sentido, Repsol está preparada para suministrar al sector marítimo el diésel renovable que necesita para hacer realidad sus ambiciones de descarbonización», afirma.
Combustibles renovables
Los combustibles renovables se producen a partir de residuos orgánicos, como el aceite de cocina usado o residuos agroalimentarios, dando una segunda vida a este tipo de materiales. Es una solución rápida y eficiente en coste para la descarbonización de todos los sectores del transporte, incluido el marítimo.
Estos combustibles son, desde el punto de vista de calidad y funcionamiento en los motores, equivalentes a los convencionales a los que sustituyen. La diferencia entre ambos es que se fabrican de forma sostenible, reemplazando la materia prima convencional, de origen mineral, por materias primas sostenibles tales como residuos orgánicos, como el aceite de cocina usado o la biomasa.
