En 2023, las zonas urbanas de Ibiza consumieron 7,2 hectómetros cúbicos de agua de los acuíferos, una cifra que, junto con los 12,4 hectómetros cúbicos provenientes del sistema de desalación, elevó la demanda total de agua en la isla a cerca de 20.000 millones de litros.
Ante esta situación, el Govern ha comenzado a trabajar en una propuesta para construir una cuarta planta desaladora, con el objetivo de reducir la extracción de agua subterránea y asegurar el abastecimiento futuro.
El director general de Recursos Hídricos del Govern, Joan Calafat, ha destacado la necesidad urgente de disminuir a la mitad el uso de agua de los acuíferos para permitir su recuperación. Este es el principal motivo detrás de la iniciativa de construir una nueva desaladora, que se prevé ubicar en el municipio de Sant Josep.
Actualmente, el Ayuntamiento de Sant Josep está considerando una modificación del planeamiento urbanístico para facilitar la instalación de la planta, aunque también se están explorando otras ubicaciones alternativas.
Las fugas en la red de suministro, aunque mejoraron ligeramente en 2023, siguen siendo un problema significativo, superando el 24%. Con la nueva desaladora, las autoridades locales esperan no solo satisfacer la creciente demanda de agua, sino también implementar medidas más sostenibles para preservar los recursos hídricos subterráneos de la isla.
Calafat ha anunciado, en diálogo con Ser, que el proyecto de la cuarta desaladora será presentado a las instituciones de Ibiza «muy pronto», subrayando la importancia de una solución sostenible y adecuada para las necesidades de agua de la isla en los próximos años.
