La Dirección General de Tráfico (DGT) ha implementado una serie de cambios en la normativa de tráfico con el objetivo de aumentar la seguridad en las carreteras y reducir las cifras de mortalidad, que en 2023 aumentaron un cinco por ciento, alcanzando un total de 1.145 víctimas.
Esta reforma en la Ley de Tráfico introduce nuevas sanciones y endurece las existentes, subrayando el compromiso del organismo con la seguridad de conductores y peatones.
Entre las nuevas infracciones más graves, destacan el uso de dispositivos de intercomunicación no autorizados durante los exámenes de conducción, arrojar objetos a la vía que puedan provocar incendios o accidentes, y el incumplimiento de las normas sobre auxilio en vías públicas y el uso de alcoholímetros antiarranque.
Estas infracciones están castigadas con multas de 500 euros. Asimismo, se consideran graves, con multas de 200 euros, acciones como estacionar en carriles o vías ciclistas, llevar dispositivos de detección de radares en el vehículo, conducir con el permiso suspendido y usar el teléfono móvil mientras se conduce una motocicleta o bicicleta.
Obligaciones
Además de estas nuevas sanciones, la DGT ha recordado la obligación de llevar ciertos documentos en el vehículo. Aunque desde 2008 no es necesario portar la póliza de seguro ni el recibo de pago, siguen siendo imprescindibles el permiso de circulación, el permiso de conducir y la tarjeta de la ITV.
Cabe destacar que, gracias a la nueva normativa, el carné de conducir puede llevarse de forma digital a través de la aplicación miDGT, facilitando su acceso y control.
La DGT ha implementado estas medidas como parte de su esfuerzo continuo para reducir los accidentes y las muertes en las carreteras.
Las nuevas sanciones y el endurecimiento de las ya existentes buscan fomentar una mayor responsabilidad entre los conductores y garantizar una conducción más segura.