En un hallazgo sin precedentes, SEO/BirdLife ha registrado la mayor profundidad conocida para una pardela balear, alcanzando los 37,75 metros en aguas del sur de Formentera.
Este registro, obtenido gracias al seguimiento con GPS de un ejemplar llamado Maireta, supera ampliamente las habituales inmersiones de la especie, que suelen oscilar entre los diez y 20 metros.
Maireta, bautizada así en honor al pesquero Maireta IV que la capturó frente a Barcelona, fue equipada con un dispositivo GPS el pasado 23 de mayo.
Este seguimiento es parte del proyecto Life IP Intemares, coordinado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a través de la Fundación Biodiversidad. La captura, realizada sin causar daño al ave, permitió a la organización estudiar sus movimientos durante la época de cría.
La pardela
Las pardelas baleares, que crían exclusivamente en el archipiélago del mismo nombre, ponen su único huevo entre marzo y junio.
Durante este periodo, Maireta realizó numerosos viajes desde su nido en los acantilados de los islotes de Malgrats, en el suroeste de Mallorca, hacia las costas del levante ibérico, Cataluña, y las aguas al sur de Ibiza y Formentera, en busca de alimento para su pollo.
La última visita a su colonia en julio marcó el inicio de su migración hacia el norte, cruzando el estrecho de Gibraltar y alcanzando las costas de Bretaña en Francia.
SEO/BirdLife subraya la importancia de estos marcajes, ya que proporcionan información valiosa para entender mejor la biología de estas aves y promover su conservación. En el caso de Maireta, las áreas de alimentación más frecuentadas coinciden con Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) marinas, cruciales para su supervivencia.