“Si morir es inevitable, morir mal no debería serlo”. Con esta frase de Marc Antoni Broggi, médico cirujano y presidente del Comité de Bioética de Catalunya, ha finalizado una de las sesiones formativas de la coordinadora de eutanasia de las Islas Baleares, Marina Roig Orfila, a las que han asistido más de un centenar de profesionales sanitarios del Área de Salud de Ibiza y Formentera.
Durante tres días se han impartido diferentes sesiones formativas sobre sensibilización y conceptos básicos de la prestación de ayuda a morir en Baleares y sobre formación para la administración de fármacos según la ley orgánica de regulación de la eutanasia, esta última dirigida a enfermeras, y más adelante se impartirá otra sesión dirigida a médicos.
Según la Ley Orgánica 3/2021, de 24 de marzo, de regulación de la eutanasia (LORE), la eutanasia es un nuevo derecho individual, pero también una nueva prestación incluida en la cartera común de servicios del Sistema Nacional de Salud, dirigida a aquellas personas que, frente a una enfermedad grave e incurable o un padecimiento grave, crónico e imposibilitante, hayan manifestado, de manera plenamente libre y autónoma, su voluntad de acabar con su vida, siempre que cumplan los requisitos previstos en la ley.
En estas sesiones formativas se establecen un conjunto de recomendaciones que persiguen orientar a los profesionales sanitarios y a las administraciones sanitarias para garantizar la correcta puesta en práctica de esta Ley.
Marina Roig ha recordado que la LORE responde a situaciones excepcionales en el final de la vida, donde cada caso es singular y que necesita un atento análisis de los factores que condicionan su complejidad.
Para la coordinadora de eutanasia de las Islas Baleares «el derecho a la vida, la libertad personal y la dignidad humana han sido y son los ejes en torno a los que se ha vertebrado el debate que ha precedido a la ley y en torno a los cuales aún se mantiene».