El Consell de Mallorca ha anunciado su intención de presentar una proposición de ley al Parlament que regulará la entrada de vehículos en la isla, con el objetivo de reducir la saturación en las carreteras durante los meses de mayor afluencia turística. El presidente del Consell, Llorenç Galmés, ha señalado que la iniciativa se inspira en los modelos implementados en Ibiza y Formentera.
Entre las medidas previstas, se incluirá la creación de una tasa disuasoria para aquellos vehículos que no tributen en Baleares, la limitación del número de coches de alquiler, y el establecimiento de un techo anual de vehículos permitidos.
La propuesta será presentada a la Comisión de Movilidad Insular y a la Mesa del Pacto por la Sostenibilidad, buscando consenso con los agentes implicados y los grupos políticos antes de su aprobación.
El anuncio del Consell se basa en un reciente Estudio de Carga de la Red Viaria de Mallorca, que evidencia los altos niveles de tráfico en la isla durante la temporada alta. El estudio propone dos escenarios para establecer el techo de vehículos permitidos. En el más restrictivo, se fijaría un máximo de 834.263 vehículos, lo que implicaría retirar 122.000 coches del sistema actual. En el segundo escenario, más flexible, el tope sería de 863.061 vehículos, reduciendo así 93.600 coches para evitar colapsos.
Galmés destacó que es fundamental llegar a acuerdos para concretar estas cifras, asegurando que las limitaciones vehiculares se alinearán con las necesidades de los residentes y del sector turístico. «Debemos actuar de forma urgente para gestionar el tráfico, como ya han hecho Ibiza y Formentera en años anteriores», subrayó.
Impacto en el turismo y el transporte público
El Consell también busca mejorar la oferta de transporte público para mitigar la necesidad de desplazarse en vehículos particulares. Galmés adelantó que se están diseñando aparcamientos disuasorios y nuevas rutas de transporte público, con un enfoque especial en los puntos críticos como Sa Calobra y el Puerto de Sóller. La implementación de autobuses lanzadera y la monitorización del tráfico en áreas concurridas serán claves para evitar colapsos durante la temporada alta.
La proposición de ley también contempla incentivar la movilidad compartida, fomentando el uso de coches compartidos y aumentando las frecuencias de transporte público. Además, se estudia la posibilidad de reabrir algunas líneas ferroviarias, como la de Llucmajor, para ofrecer alternativas sostenibles al uso del coche.
El presidente del Consell aseguró que la medida se llevará al pleno insular para su aprobación durante 2025, con la intención de implementarla lo antes posible. «El objetivo es que el Parlament nos otorgue la autonomía necesaria para gestionar el flujo de vehículos y garantizar una movilidad más sostenible», explicó Galmés.