El efectivo de la Policía Local de Sant Josep, Mateo Beltrán Carbonell, quien, tal como ha desvelado La Voz de Ibiza, ha actuado fuera de su jurisdicción saltándose la ley de policías locales confiesa en una conversación telefónica con un trabajador del principal proveedor de Uber en Ibiza las prácticas mafiosas que han venido siendo denunciadas en los últimos meses: utiliza su condición de agente de la autoridad para denunciar supuestas infracciones de tráfico a los chóferes con los que está enemistado.
Entre las pruebas presentadas por las víctimas, se encuentra una conversación telefónica en la que se autoincrimina: amenazas, abuso de autoridad, persecución y la confirmación de la explotación de una VTC pirata durante toda la temporada por parte del Beltrán.
El audio, que obra en poder de La Voz de Ibiza, corresponde a una conversación de junio de este año con un trabajador de la empresa Avant Link, principal proveedor de Uber en la isla de la que el propio Beltrán formó parte entre noviembre del 2023 y mayo pasado como responsable de una de las flotas. No en vano, su mujer, Asunción Susi Pereyra, ejerció de embajadora en el desembarco de la multinacional en la isla.
Beltrán fue despedido como encargado de dicha compañía en mayo, lo que acabaría desatando la sed de venganza del ex trabajador quien, en ese momento, entró a formar parte de la Policía Local de Sant Josep. También había sido policía en Sant Antoni.
El Ayuntamiento de Sant Josep guarda silencio sobre este caso del que tiene conocimiento, así como del supuesto expediente informativo que dijo haberle abierto este verano.
Allí Beltrán es contundente: amenaza con “crujir a multas” a los chóferes de la empresa con los que mantiene diferencias y reconoce estar ejerciendo de chófer pirata de un vehículo que presta servicio de VTC sin serlo.
«Que reviente la cabeza»
La conversación telefónica está llena de amenazas, algunas solapadas, otras abiertamente explícitas.
Por ejemplo, le recomienda a su interlocutor «aléjate (de otro chófer) porque a partir de hoy la PJ (Policía Judicial) lo va a investigar. Yo solo te digo esto. Que estamos hablando de cosas gordas. Para que me entiendas, tipo dominicano».
Abusando de su puesto como efectivo de la Policía Local de Sant Josep, utiliza las multas de tráfico como herramienta de amedrentamiento.
En tal sentido, reconoce que está acosando y hostigando a un grupo de conductores, aunque principalmente se ha ensañado con uno que al que supuestamente le habría llamado “moro de mierda”.
“Como lo pille, lo crujo”, alerta. Y más adelante agrega: “Si lo veo, lo crujo. Que reviente la cabeza”.
Modus operandi
Allí expone su modus operandi sin tapujos: “Simplemente, veo una furgo (furgoneta). Perfecto. Lleva el móvil en la mano. Matrícula, cuáles, tal… Como ayer. ¿Qué pasó? Pasó por Playa d’en Bossa, lo vi… Pues seis puntos menos”.
Ley de Tráfico y Seguridad Vial establece cuatro excepciones a la regla general que determina que las sanciones han de ser notificadas en el mismo momento que se comete la infracción. Beltrán se estaría acogiendo a la que exime al agente denunciante cuando está haciendo labores de vigilancia, control, regulación o disciplina del tráfico y, por lo tanto, carezca de medios para parar y notificar al conductor de su infracción gracias a que los agentes gozan de lo que se conoce como «la presunción de veracidad de los agentes hace legalmente innecesaria la detención del infractor».
Sus prácticas mafiosas generan temor entre los chóferes de VTC. Y el relato de Beltrán alimenta tales miedos: “Hoy no lo voy a ver, no pasa nada. Mañana tampoco, no pasada nada. Y cuando lo vuelva a ver. Lo voy a parar. ¿Lleva el cinturón? Sí, perfecto. ¿Aparcar mal? Sí. Toma, otra (multa) de 200 euros. ¿Es que dices que te persigo? Fotito, el coche estaba estacionado, ¿no, verdad? Lo siento mucho”.
Taxi pirata
En la conversación, también reconoce que ha utilizado en forma un vehículo sin licencia para el traslado de pasajeros.
“Tengo un montón de trabajo. ¿Qué hago? Pues con la LYL (letras placa de una de las furgonetas que trabaja para la empresa de Susi Pereyra)”, reconoce.
Sin embargo, ese vehículo no podía ser utilizado para tal fin ya que la licencia que poseía era por un cambio de servicio. A pesar de esto, ha funcionado como taxi pirata durante toda la temporada, algo que ha sido desvelado por La Voz de Ibiza.