La Plaza de los Juzgados de Ibiza se ha convertido este lunes, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en el epicentro de una importante marcha en la que agrupaciones feministas se manifestaron bajo el lema «La vergüenza tiene que cambiar de bando».
La movilización ha sido convocada por la Comisión 8M, que integra a asociaciones como Dones Progressistes, Nybia Eivissa, Emprendada Feminista y la Plataforma Pensionista Pitiüsa.
En el manifiesto leído durante el acto, los colectivos feministas han denunciado que la violencia machista es «la violencia estructural que la sociedad ha normalizado”, y recordaron que en lo que va de 2024, 83 mujeres y 6 menores han sido asesinados en España.
Uno de los casos emblema que referenció el manifiesto fue el de Gisèle Pelicot, la mujer francesa drogada y violada por más de 50 hombres, un hecho que ejemplifica el alcance de la violencia misógina.
Las manifestantes también han añadido que la violencia misógina es también “racista y clasista” mediante el tráfico de mujeres para la explotación social y laboral, la banalización y la promoción del abuso sexual, y la cosificación del cuerpo de la mujer a través de la pornografía y la publicidad, o la vulneración de los derechos sexuales y reproductivos dificultando el derecho al aborto.
En el contexto de Ibiza, denunciaron la violencia habitacional derivada de la turistificación, que agrava la situación de mujeres y niños. “Qué mujer se atreve a huir de su maltratador si las instituciones no le garantizan un techo para vivir?”, cuestionaron.
La jornada concluyó con un homenaje a las mujeres que han denunciado a sus agresores, como Gisèle Pelicot, y a quienes luchan contra la violencia machista. “Nos queremos vivas”, fue el grito unánime que resonó en la plaza.