El Grupo Policlínica ha emitido un comunicado para aclarar las informaciones relacionadas con el cese de atención a los asegurados de DKV en Ibiza y Formentera a partir del 31 de diciembre.
Según la clínica, la ruptura fue comunicada mediante un burofax el pasado 28 de octubre, en el que DKV anunciaba la finalización unilateral del contrato, prohibiendo expresamente la atención a sus clientes a partir de esa fecha.
La Policlínica asegura que nunca se estableció una negociación de precios por parte de DKV y que fue la propia clínica la que ofreció en septiembre una rebaja en los baremos, condicionada a la digitalización de los procesos administrativos. Sin embargo, esta propuesta no recibió respuesta antes de la ruptura contractual.
Ante esta situación, la Policlínica afirma haber remitido el pasado 6 de noviembre un cronograma a DKV para garantizar la continuidad asistencial de los procesos abiertos hasta la finalización del contrato. El objetivo, según el Grupo, es proteger a los asegurados que se verán desamparados con la prohibición de atención impuesta por DKV.
Impacto sobre los asegurados
Desde el Grupo Policlínica se critica que la decisión de DKV afecta a unos 4.000 asegurados en Ibiza y Formentera, dejándolos sin cobertura asistencial local en 2025. Además, subraya que los asegurados nacionales que visiten las islas también quedarán sin atención médica en la clínica.
La clínica califica la actuación de DKV como «contraria a la buena praxis» y asegura que podría ser objeto de denuncia ante la Dirección General de Seguros por dejar a sus asegurados sin tiempo suficiente para cambiar de seguro y garantizar su cobertura médica.
Medidas para los asegurados
El Grupo Policlínica ha puesto a disposición de los asegurados de DKV su departamento jurídico para informarles de las medidas que pueden tomar, incluyendo posibles denuncias contra la aseguradora ante las autoridades competentes.
Asimismo, recuerdan que los asegurados tienen hasta el 30 de noviembre de 2024 para cambiar de seguro y evitar quedar atrapados en lo que describen como “la trampa de DKV”.