Los técnicos en emergencias sanitarias de la empresa pública Gestión Sanitaria y Asistencial de Baleares (GSAIB) se han manifestado este miércoles frente al Hospital Can Misses en Ibiza, denunciando el «abandono» y las «falsas promesas» tanto de la empresa como de la administración.
Los trabajadores, respaldados por los sindicatos CCOO y USAE, han expresado su malestar por el incumplimiento de los acuerdos firmados, como el pago del plus de difícil cobertura, y han señalado una serie de irregularidades laborales que afectan directamente a su labor profesional.
La promesa incumplida del plus
Los manifestantes destacan que, aunque GSAIB se comprometió hace meses a abonar el plus de difícil cobertura a una parte de los trabajadores, esta promesa aún no se ha cumplido. Además, denuncian que este pago excluye a los 38 técnicos encargados de los traslados programados no urgentes, a pesar de que el servicio nunca ha alcanzado la cobertura operativa completa.
Según José Manuel Romero, delegado sindical de CCOO, esta exclusión se basa en la clasificación profesional de estos técnicos como meros transportistas, una etiqueta que consideran inadecuada y denigrante para profesionales con formación sanitaria especializada.
«El Servei de Salut incumple los acuerdos que él mismo firmó en el Tribunal de Arbitraje y Mediación. Deberían dimitir en bloque», afirmó Romero con contundencia en diálogo con Radio Ibiza.
Condiciones laborales y denuncias
Además de los problemas con el plus, los técnicos acusan a GSAIB de falta de transparencia y prácticas laborales irregulares. Según José Manuel Maroto, delegado de USAE, la administración contrata a estos profesionales en «fraude de ley», asignándoles una titulación que no corresponde a la categoría profesional establecida en el convenio del sector.
La situación se agrava con la imposibilidad de acceder a los contratos de los empleados, lo que los sindicatos califican como una falta de transparencia inadmisible para una empresa pública. Los técnicos también critican el aumento de más de 11.000 euros en el sueldo del gerente del servicio, Javier Ureña, mientras ellos siguen sin recibir los complementos prometidos.