El mundo del fútbol balear está de luto por la pérdida de Evaristo Carrió Caballero, quien falleció este lunes a los 88 años.
Con una trayectoria cargada de éxitos y desafíos, Carrió dejó una huella imborrable en el deporte, especialmente en los clubes de las Islas Baleares, donde su figura será recordada como un ejemplo de dedicación y liderazgo.
Una vida dedicada al fútbol
Evaristo Carrió inició su carrera en los banquillos con gran determinación, acumulando experiencia en equipos de distintas categorías. Entre sus hitos en las Islas Baleares destacan su paso por el SD Ibiza en la temporada 1975/76 y su dirección técnica en la Peña Deportiva durante la 1993/94. Sin embargo, su etapa más recordada fue en el Poblense, donde estuvo al frente del equipo entre 1985 y 1988, en una de las épocas más cruciales del club.
La gesta histórica con el Poblense
La temporada 85/86 fue especialmente significativa para el Poblense, ya que la Segunda División B afrontaba una reestructuración que unificaba los grupos en uno solo. Esto significaba que los equipos debían quedar entre los siete primeros para mantenerse en la categoría, un desafío que parecía inalcanzable para un club que luchaba constantemente en la zona baja de la tabla.
Bajo la dirección de Carrió, y con incorporaciones clave como Mateo, Davó y Javier, el equipo logró una de sus mayores gestas. El 18 de mayo de 1986, el Poblense venció al Granada 2-1, asegurando la permanencia en Segunda B en lo que fue considerado un momento histórico para el club.
El actual presidente del Poblense, Miquel Molondro, quien fue portero bajo el mando de Carrió, lo describió como «un entrenador apasionado que siempre sacaba lo mejor de cada jugador».
Reconocimientos y despedidas
La noticia de su fallecimiento ha generado múltiples mensajes de condolencia. Entre ellos, destaca el comunicado del SD Ibiza, donde se le recuerda con cariño: «Nuestro más sentido pésame por el fallecimiento de Evaristo Carrió. Nuestros pensamientos están con su familia y sus más allegados. Descanse en paz.»
Más allá de sus logros en el fútbol balear, Carrió también dejó su marca en otros equipos nacionales como el Elche, Levante, Compostela y Gimnàstic, consolidándose como un referente en los banquillos de la categoría de bronce del fútbol español.