Sa Unió no quiere a Llorenç Córdoba en la sede del Consell de Formentera. Así se desprende del decreto de presidencia firmado el día 15 de enero por el presidente Óscar Portas en el que revoca a su vez el que firmó el propio Córdoba, entonces presidente, el 27 de diciembre minutos antes de la moción de censura, en el que se asignaba un despacho en la segunda planta de la sede del Consell de Formentera para asignarle un nuevo despacho en un edificio satélite a las afueras de Sant Francesc.
En virtud a su condición de diputado autonómico y del Reglamento Orgánico, Llorenç Córdoba tiene derecho a un despacho «en la sede del Consell y a utilizar los servicios y el personal del Consell para el ejercicio de sus funciones representativas».
En base al punto 3 del artículo 106 del citado Reglamento, Córdoba se asignó «un despacho que estaba vacío en la sede del Consell».
No ha sido del agradado del nuevo gobierno de Sa Unió esta ubicación y, por este motivo, Portas ha decidido revocar el decreto y asignarle una nueva ubicación.
Se trata de un despacho en el edificio del antiguo centro médico, donde se ubica el Juzgado de Paz y se reúne el Consell d’Entitats, en las proximidades del cuartel de la Guardia Civil.
La razón oficial esgrimida por Portas es que el despacho vacío de la segunda planta de la sede del Consell de Formentera «no es en absoluto idóneo» en tanto que «está en una segunda planta, en un edificio sin ascensor».
Para justificar la decisión, el presidente defiende que el diputado ha de tener «un espacio con acceso directo desde la calle, en planta baja, como han tenido todos los diputados en las últimas legislaturas».
Incumple el Reglamento: la sede
Es evidente que el decreto de Portas incumple el reglamento en la medida en la que sin ningún género de duda el despacho del diputado ha de estar ubicado «en la sede» del Consell de Formentera y sede solo hay una.
El aval del secretario
A pesar de ello, el secretario, Ángel Custodio Navarro, certifica la «conformidad jurídica de la medida».
La versión expresada por Córdoba a La Voz de Ibiza dista radicalmente del argumento de Portas. «No me quieren cerca para que no pueda tener información directa de lo que hacen y deshacen. El reglamento dice que tiene que estar en la sede, el despacho está vacío y yo no necesito un despacho en planta baja. Necesito un sitio para trabajar», ha señalado el expresidente y conseller no adscrito.
Medios humanos y técnicos
«Tengo derecho a utilizar los servicios y el personal del Consell y desde la nueva ubicación es más difícil que lo pueda hacer». «Es una represalia, un acto de mala fe que demuestra el deseo de venganza», concluye Córdoba.
La ubicación del despacho no es el único elemento de controversia entre el nuevo gobierno en minoría de Sa Unió y su antiguo líder y cabeza de lista.
No convocado al Pleno de presupuestos
Así, en un comunicado difundido el lunes, Córdoba relató todo tipo de cortapisas a su labor como conseller de la oposición de cara al pleno de presupuestos de hoy.
La más grave y significativa es que el conseller no adscrito no fue convocado al pleno. «Me enteré porque me llamó un periodista para preguntarme cuál sería el sentido del voto», ha aclarado a La Voz de Ibiza.
Una vez presentada la queja por esta tropelía, el Consell de Formentera reconvocó ayer de nuevo el pleno, en este caso con la condición de extraordinario y urgente.
Y ayer recibió Córdoba la documentación. Previamente, tampoco había sido convocado a la Junta de Portavoces. No en vano, no tiene esa condición como conseller no adscrito.
Apoyo de PSOE y GxF
A la vista que Sa Unió no ha intentado garantizarse el voto a favor de Córdoba para sacar adelante los presupuestos, Córdoba tiene claro que las cuentas saldrán adelante gracias a la abstención de PSOE y GxF.
«Un pacto entre los partidos de derecha e izquierda poco lógico y habitual. Sospechosamente similar a la piña que han hecho los partidos para tapar las irregularidades realizadas en el Consell en los últimos años y la adjudicación de quioscos más recientemente«.
«Estos acontecimientos evidencian un uso partidista y emocional del poder por parte del Partido Popular y Compromís, quienes parecen estar más centrados en sus rencillas personales que en trabajar por el bienestar de Formentera y sus habitantes. Excluir a un conseller insular de los espacios de decisión y dificultar su labor no solo va en contra de los principios democráticos, sino que también perjudica directamente a los intereses de la isla», recoge el comunicado de Córdoba.
«Reitero mi compromiso con Formentera y con todos sus ciudadanos. A pesar de las trabas y las maniobras que buscan limitar mi capacidad de acción, seguiré trabajando con firmeza y determinación para defender los intereses de nuestra isla y garantizar que los valores democráticos prevalezcan en el Consell Insular», finaliza.
