Suecia ha vivido este martes el tiroteo más letal de su historia moderna. Un hombre de 35 años, sin antecedentes y con licencia de armas, irrumpió armado en un centro educativo para adultos en la ciudad de Örebro, al oeste de Estocolmo, dejando 11 muertos y varios heridos que se debate entre la vida y la muerte antes de quitarse la vida. El móvil del ataque sigue siendo un misterio.
Dos horas de horror
La escuela de Örebro vivió una auténtica pesadilla. El tiroteo comenzó al mediodía, sobre las 12:30. Según las primeras hipótesis, pasaron 186 minutos desde la primera llamada al 911 por los primeros disparos hasta que la Policía logró asegurar la zona.
Según cuenta el Svenska Dagbladet, los estudiantes se atrincheraron para protegerse del agresor armado y vestido de oscuro.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, calificó la masacre como “el peor tiroteo en la historia del país”, en una rueda de prensa en la que expresó su consternación. «Hemos visto una violencia mortal brutal contra personas completamente inocentes», declaró. Las autoridades han abierto una investigación por asesinato, incendio provocado y un delito agravado por armas.
Un ataque sin precedentes en Suecia
El tiroteo tuvo lugar en el Campus Risbergska, un centro de educación para adultos que acoge a estudiantes que no completaron su formación académica básica o buscan acceder a la universidad. El recinto está ubicado en una zona que también alberga escuelas para niños, lo que obligó a la evacuación de varios centros educativos cercanos.
Según testigos, el ataque se produjo sobre las 12:30 horas, cuando muchos alumnos ya habían abandonado el recinto tras finalizar sus exámenes. María Pegado, una docente de 54 años, relató a Reuters cómo un hombre armado irrumpió en su clase y les ordenó salir. «Saqué a mis 15 estudiantes al pasillo y empezamos a correr. Entonces oí dos disparos», explicó. «Vi a gente arrastrándose, algunos estaban heridos. Me di cuenta de que era algo muy grave».
La policía recibió el aviso poco después del inicio del tiroteo y activó un protocolo de emergencia. Durante varias horas, estudiantes y profesores permanecieron confinados dentro del recinto hasta que las fuerzas de seguridad aseguraron el área y evacuaron a los sobrevivientes.
El atacante: un hombre sin historial criminal que actuó solo
Las autoridades han confirmado que el autor de la masacre es un hombre de 35 años con licencia de armas y sin antecedentes penales. Se descartó inicialmente cualquier vínculo con el crimen organizado o grupos terroristas, por lo que la hipótesis principal es que actuó como un “lobo solitario”.
El agresor se suicidó tras el ataque, lo que deja interrogantes sobre su motivación. Investigadores han allanado su vivienda en busca de pistas y analizan su entorno, redes sociales y posibles problemas personales o psicológicos que hayan desencadenado el ataque.
El jefe de policía de Örebro, Roberto Eid Forest, confirmó que el caso se encuentra en una fase muy temprana de investigación. «No hay indicios de que el atacante estuviera fichado ni que tuviera conexión con pandillas», aseguró.