El Sistema de Alimentación Eléctrica para Buques (OPS) es una tecnología gracias a la cual los buques atracados en un puerto se conectan a la red eléctrica terrestre. Esto permite lograr un gran ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero, además de reducir la contaminación por ruidos. Se trata de un sistema algo más habitual en otros países europeos (principalmente del norte), pero que cuenta con pocas experiencias en España. Próximamente, una de ellas estará en el puerto de Ibiza, en el Pantalán Sur Botafoc.
A principios de año, la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) había adjudicado el proyecto a la empresa de ingeniería e instalaciones integrales Sampol, con sede en Mallorca.
Sin embargo, el comienzo de las obras aún no tiene fecha. Según ha informado la APB a La Voz de Ibiza, hay interpuesto un recurso especial ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) y la firma del contrato está pendiente. De momento, “la adjudicación está suspendida por el Tribunal”. El recurso, algo habitual en concursos de este tipo, ha sido interpuesto por Spark, que ha quedado en segundo lugar en la licitación.
“Somos optimistas en realizar las obras, creemos que el recurso no va a avanzar. Esperamos que se resuelva en el corto tiempo”, ha señalado a La Voz de Ibiza Pedro Andreu Llull, responsable del proyecto.
Las obras
En caso de que se avance con el adjudicatario original, el plan de obras de Sampol implica un plazo de ejecución de 12 meses (desde el momento en el cual el TACRC resuelva) y un presupuesto estimado de 4.689.400 de euros.
El proyecto consiste en realizar e instalar dos subestaciones OPS que suministrarán energía eléctrica con una mayor potencia (50 o 60 Hz) y con la posibilidad de dar servicio en cada muelle tanto en baja (400V) como en media tensión (11kV). Esto permitirá abastecer a buques tipo fast ferry y tipo ferry respectivamente.
Si bien cada una de estas estaciones podrá suministrar energía a los dos tipos de embarcaciones, se asignará una subestación para los fast ferry y otra para los ferry. No obstante, esto podrá cambiar según la dinámica que opere en el puerto.
“Tiene esa flexibilidad según el uso que se vaya a dar en el Pantalán Sur Botafoc. Cada una de estas subestaciones tendrá un uso específico en principio, pero servirá como reserva para otro tipo de embarcaciones”, ha aclarado Andreu Llull, que es ingeniero civil.
Además de la instalación de las dos subestaciones, las obras también implican la extensión de la red eléctrica en media tensión de 15kV, colocar un Centro de Transformación en cada una de las alineaciones del Pantalán Sur Botafoc y hacer las canalizaciones y cableado para alimentar el cuadro de tomas necesario junto al muelle.
Pese a que el enunciado original del proyecto de la APB hablaba también de conexión eléctrica a tierra para cruceros, estos grandes barcos han quedado fuera de la iniciativa. Incluso cuando se trata de las naves que más contaminación marítima generan. “Hoy por hoy la infraestructura en las islas para proporcionar la potencia necesaria para servir a los cruceros no es viable. Es un tema logístico”, había aclarado la autoridad portuaria.
Menor afectación al puerto
El especialista ha explicado que “estas subestaciones son contenedores estandarizados tipo ISO, dentro de los cuales se ensambla el equipamiento eléctrico, como transformadores, cuadros, sistemas de tensión y monitorización. Todo esto está integrado en un container, que una vez que llega al puerto solo necesita ser plantado”.
Esto, ha señalado Andreu Llull, resulta en “una afectación mucho menor en el puerto”, ya que “solo se ve afectado el puerto en la obra civil de canalizaciones y cimentación, obras que coordinaremos con la operativa del puerto”.
De hecho, en Palma, donde hace tres años Sampol instaló un sistema OPS pionero en España, “no dejó de usarse el muelle durante toda la obra”. En otras palabras, las obras se amoldan al funcionamiento habitual del puerto.
Para poder emplear el sistema OPS, los buques tipo ferry o fast ferrys deben contar con cierta tecnología. Varias de las embarcaciones no están preparadas, pero, según ha explicado Andreu Llull, se pueden hacer “adaptaciones sencillas, que no implican un gran coste”.
Ahorro de emisiones
Según ha explicado Sampol en su sitio web, la emisión de dióxido de azufre (SO2), óxidos nitrosos (NOx), partículas primarias (PM), compuestos orgánicos volátiles (COV) y dióxido de carbono (CO2) «de los generadores de la red nacional es mucho menor que el de los motores auxiliares del buque”.
Al mismo tiempo, el sistema OPS “permite que los generadores permanezcan apagados, evitando la generación de ruidos y vibraciones”.
¿Puede cuantificarse el ahorro de emisiones que se obtiene con una obra de este tipo?
Según el especialista de Sampol, los valores pueden variar mucho según la actividad de cada naviera. “Por ejemplo, depende de si pernoctan en el puerto. En Palma, un buque de Balearia está toda la noche conectado. Si no fuera así, el motor del buque estaría toda la noche con emisiones mucho mayores”.
Aunque los valores, como se dijo, son variables, la consultora Inova Labs ha estimado la reducción de emisiones que puede implicar la implantación del sistema OPS: un 96% de óxidos de nitrógeno, un 36% de óxidos de azufre, un 68% de partículas y un 45% de CO2.
Lecciones
Mientras que las instalaciones OPS ya son recurrentes en países nórdicos y Alemania, y una de las estrategias impulsadas por la World Ports Climate Initiative para la descarbonización de puertos, este tipo de sistemas aún son incipientes en el resto del continente.
En España, Sampol instaló la primera infraestructura para conexión eléctrica de buques a tierra en media tensión realizada en un puerto comercial, cuando en el 2021 llevó el sistema OPS al Puerto de Palma. Luego, comenzó una obra del mismo tipo en Las Palmas, y, recientemente, la empresa ha sido adjudicada para proveer de conexión eléctrica a buques en el Puerto de Valencia.
A su vez, en el marco del proyecto «OPS Master Plan for Spanish Ports se han realizado o se ejecutan obras en puertos como el de Santa Cruz de Tenerife, Alicante, Algeciras, Barcelona o Cádiz.
La experiencia en Mallorca, considera Andreu Llull, ha dejado lecciones para la puesta en marcha del nuevo proyecto en Ibiza. «Aprendimos mucho de las obras en Palma. No solo tuvimos que empaparnos de la normativa europea, porque son instalaciones relativamente nuevas, sino que nos ha enseñado la ejecución de trabajar en un muelle en funcionamiento. Por suerte tenemos experiencia en aeropuertos y eso nos ha valido, ya que ambos son entornos con tráfico de personas y vehículos».
Para el responsable del proyecto, «lo primordial es no interrumpir la operativa del puerto. Las navieras tienen salidas y llegadas programadas. Lo importante es adaptar el plan de obra para que la afectación sea mínima. Y una vez terminada la obra es importantísima la coordinación con las navieras para evaluar el funcionamiento de la instalación y hacer ajustes necesarios».