ATENTADO EN PALMANOVA

A 15 años del atentado en Palmanova, la historia del tédax que desactivó la bomba de Palmanova

Carlos Segura revive el trágico atentado que sacudió la isla hace quince años, marcando un antes y un después en su vida

Imagen del atentado en Palmanova.
Imagen del atentado en Palmanova.

Hace 15 años, el 30 de julio de 2009, Mallorca vivió uno de sus días más oscuros. Carlos Segura, Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos (tédax), recuerda con precisión cada momento de aquella jornada que cambió su vida para siempre, en una entrevista con Mallorca Diario.

“Estaba en el aeropuerto cuando recibimos el aviso de que algo terrible había sucedido”, rememora Segura. Ese día, dos jóvenes guardias civiles, Diego Salvá Lezaun y Carlos Sáenz de Tejada, fueron asesinados por una bomba lapa colocada bajo su coche patrulla frente al cuartel de Palmanova.

El atentado fue un golpe inesperado para la isla, que hasta entonces no había sido escenario de ataques de ETA. Segura y su equipo se enfrentaron a la tarea de desactivar un segundo coche bomba descubierto horas después en Calvià, otra zona turística de Mallorca.

“Nos habría gustado desactivarla completamente, pero solo pudimos hacer una explosión controlada”, explica Segura a la periodista Marina Forteza, señalando la dificultad del operativo debido a la ubicación del explosivo bajo el vehículo.

Segura narra cómo la bomba explotó justo antes de que los agentes comenzaran su turno de patrulla. Mallorca, que hasta ese momento había seguido los atentados desde la distancia, se convirtió en el objetivo del segundo ataque de ETA en menos de 24 horas. La ‘Operación Jaula’ se activó inmediatamente, cerrando accesos y controlando el aeropuerto y los puertos para evitar la huida de los terroristas.

“La escena era dantesca, con el vehículo en llamas y los compañeros destrozados”, describe Segura. La operación de desactivación, complicada por la ubicación insular de Mallorca, requirió una evacuación completa de la zona y un trabajo minucioso para neutralizar el artefacto sin apenas visibilidad. “Siempre priorizamos la vida de las personas sobre los daños materiales”, afirma Segura en diálogo con Mallorca Diario.

Contenido relacionado  Exconsellera en problemas: esta es la adicción que alega Pilar Bonet ante el desfalco que la obligó a dimitir

Un desafío

El segundo coche bomba, situado en la calle Miquel dels Sants Oliver, presentó un desafío adicional debido a su proximidad a un hotel. Los agentes establecieron un perímetro de seguridad y evaluaron todas las opciones para desactivar la bomba de manera segura. “El miedo y la adrenalina son herramientas que utilizamos para hacer nuestro trabajo de la mejor manera posible”, confiesa Segura.

Segura recuerda con nostalgia el trabajo en equipo, destacando la juventud y el compromiso de muchos de los agentes presentes. Diego y Carlos, las víctimas del atentado, eran nuevos en el cuartel y el ataque les arrebató la vida en sus primeros días de servicio. A pesar de la tragedia, la profesionalidad del equipo evitó un segundo desastre, logrando explotar la bomba de forma controlada a las 19:30 horas.

“Aprendí que nunca se puede dar por sentado que algo no va a suceder. Jamás imaginé que ETA actuaría en Mallorca”, reflexiona Segura. Hoy, quince años después, la tragedia sigue presente en su memoria. Espera que su hijo menor, Toni, siga sus pasos en la Guardia Civil, recordando siempre el sacrificio de aquellos que dieron su vida por proteger a los demás.

Scroll al inicio
logo bandas