La Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural ha asegurado que la sanidad animal en Ibiza y Formentera se mantiene “estable y bajo control”, a pesar del “contexto muy complejo” que atraviesa el sector ganadero a nivel estatal y europeo por la aparición y reaparición de diversas enfermedades animales.
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Así se desprende del balance realizado por el Govern balear tras analizar la evolución de las principales patologías y las actuaciones desarrolladas por los servicios veterinarios oficiales en coordinación con el sector. El director general de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Fernando Fernández, ha subrayado que la presión derivada de las alertas sanitarias obliga a “reforzar y ejecutar de forma rigurosa todos los programas de vigilancia y control”.
En el caso concreto de Ibiza y Formentera, el balance resulta especialmente positivo en relación con la lengua azul, una de las enfermedades que más preocupa al sector ovino. Mientras Mallorca concentra prácticamente la totalidad de los focos detectados del serotipo 3, Formentera se mantiene completamente libre de la enfermedad, e Ibiza solo ha registrado un único foco aislado, sin que se hayan producido nuevas sospechas posteriormente.
Vacunación rápida en Ibiza y ausencia total de casos en Formentera
Tras la detección del serotipo 3 en septiembre de 2025, la Conselleria activó de inmediato una estrategia de contención que incluyó la declaración de emergencia sanitaria, la delimitación de zonas prioritarias y el inicio urgente de la vacunación. Estas medidas han permitido frenar de forma significativa la propagación del virus.
En Ibiza, donde el foco se detectó hace apenas unas semanas, la vacunación ya alcanza al 46% de la cabaña ovina, un porcentaje que la Conselleria atribuye a la rápida actuación y al alto grado de integración del sector en las Agrupaciones de Defensa Sanitaria (ADS). En Formentera, la ausencia de casos ha permitido mantener la isla libre de la enfermedad dentro de la vigilancia reforzada.
Según los datos recopilados, la enfermedad ha tenido en Baleares una incidencia media del 11% de animales enfermos en las explotaciones afectadas y una mortalidad general del 5,2%, concentrándose los casos más graves en los primeros momentos del brote.
Vigilancia extrema frente a la gripe aviar
Respecto a la gripe aviar, una patología con una evolución “muy preocupante” en Europa, no se ha detectado ningún caso en Ibiza ni en Formentera. No obstante, la Conselleria mantiene activadas medidas preventivas como el confinamiento de aves cuando no se puede garantizar su aislamiento de aves silvestres, la prohibición de ferias avícolas y el refuerzo de la vigilancia epidemiológica, especialmente en zonas húmedas y de paso migratorio.
Durante 2025, se han incrementado los controles en un 64% respecto al programa nacional, aunque el Govern alerta de la escasa notificación de aves silvestres muertas o moribundas, clave para una detección precoz.
Control reforzado ante la peste porcina africana
En relación con la peste porcina africana, tras la detección de casos en jabalíes en Cataluña, Baleares ha reforzado los controles previstos en el programa nacional. En Ibiza y Formentera se mantienen las analíticas habituales —unas 700 anuales en el conjunto del archipiélago— y se vigilan de forma estricta los movimientos de porcino que llegan a las islas.
La Conselleria ha identificado en Baleares 32 explotaciones porcinas de riesgo elevado, sobre las que se aplicarán planes específicos de bioseguridad. Fernández ha recordado que, incluso si el brote en Cataluña se controla, la normativa europea obliga a mantener durante 12 meses un nivel máximo de vigilancia.
Situación “estable” en las Pitiusas
Con todo, el director general ha concluido que, pese a la sucesión de alertas sanitarias de los últimos años, la sanidad animal en Ibiza y Formentera se mantiene “estable”, gracias a la coordinación entre los servicios veterinarios, el sector ganadero y las ADS, así como a la rápida respuesta ante cualquier riesgo sanitario.
