Un vertido de combustible ha obligado este sábado a cerrar totalmente al baño una de las playas urbanas más emblemáticas de Ibiza. Técnicos municipales han confirmado que se trata de diésel, cuyas manchas son visibles en buena parte de la orilla, dejando la playa impracticable para los bañistas.
Aunque la restricción comenzó afectando solo a un tramo concreto, pocos minutos después el Ayuntamiento amplió la prohibición a toda la bahía, muy frecuentada tanto por residentes como por turistas y embarcaciones durante la temporada alta. Desde primera hora de la tarde ondean banderas rojas y los socorristas se encargan de informar y advertir a los usuarios de los riesgos para la salud. A pesar de las advertencias, algunas personas han seguido entrando en el agua.
No es la primera vez que esta playa enfrenta un cierre por contaminación: en 2019 y 2022 ya se registraron episodios similares que obligaron a clausurar la zona de baño por vertidos y otros problemas medioambientales,.
En esta ocasión, el Ayuntamiento mantiene la investigación abierta para determinar el origen exacto del vertido y recuerda a la ciudadanía la importancia de respetar la prohibición y seguir las indicaciones de los socorristas hasta que se garantice la seguridad.