El municipio madrileño de Pepino vive una convulsión política, y lo que parecía un consenso fragmentado entre partidos disímiles se convirtió en una alianza concreta: PSOE y VOX, junto con concejales no adscritos (antes del PP), han presentado una moción de censura para arrebatarle la Alcaldía al Partido Popular. El objetivo: destituir a Inocencio Gil como alcalde y cambiar el gobierno local.
Qué pasó: moción de censura y cambio de gobierno
La moción de censura fue presentada formalmente por tres concejales que hace unos meses abandonaron el PP: Cristina Sánchez, Felipe Fondón y José Ignacio Díaz.
Cada uno, hasta ahora independientes, ejercieron un papel clave al pactar con PSOE y VOX para sumar los apoyos necesarios para derribar al actual alcalde. Esta maniobra política incluye la propuesta de que José Ignacio Díaz asuma la Alcaldía si la moción prospera.
La jugada no sería posible sin el respaldo de los dos concejales del PSOE del municipio y los dos ediles de VOX, que aceptaron acompañar la moción. Con esa suma, el bloque opositor logra mayoría suficiente para forzar la salida del PP del gobierno local.
Cuáles son los motivos que impulsan la moción

Los que impulsan la moción argumentan que el gobierno del PP en Pepino carece de transparencia y comete irregularidades en la gestión municipal. Según la oposición, esos problemas justifican la medida disruptiva, que califican como necesaria para recuperar la credibilidad institucional.
Para ellos, no se trata de un pacto ideológico con VOX, sino de un acto urgente para corregir lo que consideran déficits de responsabilidad y rendición de cuentas en el municipio. El PSOE, por su parte, sostiene que el apoyo se basa en principios de buen gobierno, no en complicidad política con la derecha radical.
Reacciones del PP y controversia política
El PP reaccionó con dureza: desde el partido, calificaron la alianza como un “pacto contra natura” y acusaron a los concejales rebeldes de traicionar su origen político.
Para ellos, el hecho de que PSOE y VOX unieran fuerzas para desalojarlos denota que los intereses partidistas superan la coherencia ideológica.
Además, el presidente del PP de Talavera, Santiago Serrano, denunció que la maniobra tiene motivaciones políticas y que se busca “desestabilizar” al partido en el municipio. El PP advierte que esta clase de pactos erosiona la confianza ciudadana y banaliza la política local.