DAZN, la OTT que prometía revolucionar la visibilidad del fútbol femenino español, ha dado un paso atrás. A una semana del inicio de la Liga F, se ha confirmado que la plataforma no retransmitirá más partidos de la competición.
La decisión no es un capricho, sino la consecuencia directa de un modelo de negocio que no ha logrado cumplir sus objetivos mínimos. Según fuentes conocedoras citadas por El Confidencial, los locutores de DAZN ya han sido informados de que esta temporada no narrarán encuentros de la Liga F. Una señal clara de un apagón televisivo con implicaciones que van mucho más allá de lo técnico.
Una ecuación económica insostenible
DAZN firmó en 2022 un contrato por cinco temporadas para emitir siete partidos por jornada. Pero los datos han sido decepcionantes. Con apenas 10.000 suscriptores al «Plan Victoria» (un paquete dedicado al deporte femenino) y una cuota anual de unos 120 euros, la recaudación total apenas ha superado el 1,4 millón de euros. Muy lejos de los 7,5 millones por temporada comprometidos con la Liga F.
En lo que respecta a las audiencias, las cifras también son reveladoras: una media de solo 12.000 espectadores por partido, con la única excepción del clásico entre Real Madrid y FC Barcelona, que llegó a 135.000 espectadores.

¿Una adjudicación ilegal como pretexto para el apagón de DAZN?
Desde la Liga F, cuya sede se encuentra en la calle Fortuny de Madrid, se insistía hasta hace poco en que no había cambios previstos. De hecho, el pasado 12 de agosto se anunciaron los horarios de la primera jornada con el logo de DAZN incluido, sugiriendo una continuidad que no existía: en la plataforma no se podía contratar ningún paquete para ver los encuentros.
🗓️ ¡Estos son los horarios con los que arrancará la nueva temporada 2025/26 de #LigaFMoeve! pic.twitter.com/IAAASS9HuS
— Liga F (@LigaF_oficial) August 12, 2025
Una conversación entre un aficionado y el soporte técnico de DAZN confirmaba lo que ya era un secreto a voces: la plataforma ya no posee los derechos de retransmisión de la Liga F. En paralelo, la CNMC había advertido a la Liga F de que la adjudicación de derechos se realizó de forma ilegal al incumplir plazos establecidos en el Real Decreto-ley 5/2015. Esta podría ser la excusa legal esgrimida por DAZN para romper unilateralmente el acuerdo.
Incertidumbre para los clubes y la competición
La salida de DAZN deja en una posición delicada a clubes y organizadores. Muchos de los presupuestos para la temporada 2025-2026 ya fueron aprobados contando con los ingresos audiovisuales derivados del contrato con DAZN. La propia Liga F preveía ingresos totales de casi 26 millones de euros.
Además, la imagen del fútbol femenino no sale bien parada. Las gradas vacías, la escasez de patrocinadores y la dependencia de la suma de audiencias entre autonómicas y plataformas digitales han hecho inviable el modelo actual.

¿Qué alternativas existen tras el apagón de DAZN?
Según avanzó 2playbook, la Liga F y DAZN negocian la entrada de nuevos operadores televisivos para repartir la carga económica de los derechos audiovisuales. Mediapro mantiene el partido en abierto a través de TEN y GOL, pero no es suficiente para sostener una liga que aspira a consolidarse como profesional.
Entre las alternativas barajadas, se menciona:
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Disney+, que ya retransmite la UEFA Women’s Champions League y podría ampliar su apuesta.
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RTVE Play, opción viable aunque con financiación pública, lo cual genera resistencias.
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FORTA, con cobertura regional, podría asumir parte del contenido.
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LaLiga+, la OTT de Javier Tebas, ya ofrece la Primera RFEF y la Primera División de Fútbol Sala. Su inclusión devolvería el control audiovisual del fútbol femenino a la esfera de LaLiga.
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Una app oficial de la Liga F, que centralice los contenidos en propiedad, aunque su desarrollo implicaría una inversión y una estrategia de marketing ambiciosa.
La Liga F se enfrenta a un desafío crítico: asegurar visibilidad y continuidad en un ecosistema que aún no logra consolidar audiencias ni rentabilidad. El apagón de DAZN no solo es técnico: es un aviso sobre la fragilidad del modelo actual. Con casi una tercera parte de su presupuesto en juego, la patronal debe reaccionar. Si no, la metáfora del apagón se tornará literal.