La llegada del ‘Shynthesis’ al puerto de Ibiza ha captado todas las miradas. Se trata de un megayate de 74 metros de eslora, valorado en 100 millones de dólares, y considerado ya como una de las embarcaciones más llamativas de la temporada náutica en la isla.
Con espacio para 12 invitados y atendido por una tripulación de 19 personas, este yate de lujo está diseñado para ofrecer el máximo confort en alta mar. Dispone de jacuzzi en la cubierta, gimnasio completo, club de playa, salón de belleza, sauna, además de conectividad wifi y luces subacuáticas para ambientar las noches fondeado.

El casco del ‘Shynthesis’ está construido en acero, la superestructura en aluminio y las cubiertas son de teca. Se estima que su mantenimiento anual asciende a unos 10 millones de dólares.


Un empresario con una fortuna milmillonaria y proyección internacional
El propietario del ‘Shynthesis’ es un empresario nacido en Israel en 1973 y nacionalizado canadiense, que acumuló su fortuna tras vender una compañía tecnológica por miles de millones de dólares. A través de su firma de inversión, ha centrado sus intereses en el sector del turismo de lujo y en proyectos inmobiliarios internacionales. En España, destaca su participación en el Centro Canalejas de Madrid, uno de los complejos más exclusivos del país.
En enero de 2025, la revista Forbes estimó su patrimonio neto en 5.600 millones de dólares, colocándolo entre las 600 mayores fortunas del planeta.
Pese a su notoriedad en el mundo empresarial, no se le conocen relaciones sentimentales oficiales, lo que ha motivado que en diversos medios internacionales se le haya descrito como uno de los solteros más codiciados del entorno financiero.



