El 11 de junio del 2015, un hombre llamado Tim celebraba su cumpleaños a pura música electrónica en una cueva de Ibiza. Con el tiempo, ese lugar se convirtió en uno de los lugares más emblemáticos de los afters de la isla: un sitio donde la música electrónica y los tragos se sucedían hasta bien entrada la mañana. Y en total clandestinidad.
Exactamente diez años después del cumpleaños de Tim, The Kave recibe una sanción de parte del Ayuntamiento de Santa Eulària. Aunque el consistorio solo informó que abrió un expediente sancionador por una fiesta de 480 personas en una cueva del municipio, La Voz de Ibiza ha podido confirmar que el local en cuestión es ese emblemático punto de afters.
The Kave se situa en un entorno forestal. Pero la calma desaparece apenas la puerta circular (al estilo de The hobbit), se corre. Equipos de sonido, luces de colores que iluminan los recovecos y una multitud con tragos y teléfonos a cuestas, bailando al ritmo del rave. La fiesta, en ocasione, se extendía en las inmediaciones de la cueva.
“Se vuelve un poco emocional tras manejar con 35 grados a las 7 am para encontrase a The Kave en el medio de la isla”, comentó un usuario en Instagram junto con el video de una fiesta en The Kave antes de la pandemia. “Un ambiente impresionante”, responden varios en la publicación.
“Qué maratón”, ha escrito otro usuario en alusión a la duración del after. Los comentarios en redes dan cuenta de fiestas de más de 14 horas.
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Aunque hay registros de una década atrás, no se sabe con exactitud cuándo comenzaron los afters en esta cueva. “Siempre ha sido un secreto, un lugar al que no debiera saberse cómo llegar. Ahora con estos malditos videos todo el mundo lo sabe”, se quejaba una de las asistentes de las fiestas en redes.
A lo largo de los años, muchos visitantes de la isla y residentes han visitado el lugar en reiteradas ocasiones. Además de celebrar su atmósfera “increíble”, según han destacado, el lugar se caracterizaba por la presencia regular de reconocidos DJs de la isla.

Inseguridad
Según informó el Ayuntamiento de Santa Eularia, la fiesta por la cual se abrió un expediente sancionador (que podría llegar a los 600.000 euros), tenía las características de una discoteca, pero sin autorizaciones necesarias.
El Consistorio informó la actividad presentaba riesgos graves en materia de seguridad, higiene y protección medioambiental. Se desarrollaba en una cueva habilitada como discoteca, así como en otras zonas de la finca, lo que agravaba el incumplimiento de la normativa vigente.
El Ayuntamiento había señalado a La Voz de Ibiza semanas atrás que estaba al tanto de irregularidades y que trabajaba en medidas de control e inspección pertinentes para evaluar una posible sanción.
En realidad, según ha podido averiguar este medio, el Consistorio llevaba ya tres años investigando el lugar y ha enfrentado distintos obstáculos en la fase de instrucción para poder avanzar con una sanción.
Las condiciones ilegales del lugar eran por demás conocidas entre los asistentes a la fiesta. “¿Y las salidas de emergencia?”, preguntó un usuario en una de las publicaciones de Instagram en donde se ven imágenes de una multitud bailando dentro de “la cueva”. La respuesta fue: “El que tenga miedo a morir, que no nazca”.
Según informó el Ayuntamiento, el local al que se le abrió un expediente sancionador contaba con seguridad privada y un servicio de enfermería, más allá de no estar autorizado para la actividad.
Al margen de ello, los afterhours son ilegales en la isla desde el 2008 a partir de una ordenanza del Consell insular. La medida, entonces, se tomó para asegurar la “salud social”, como una respuesta a las quejas de vecinos, pero también como una iniciativa tendiente a reducir el consumo de drogas.