El hotel OKU Ibiza, ubicado en Sant Antoni, fue escenario de uno de los eventos más esperados del inicio de temporada en la isla: Party with the chefs, una celebración que combina gastronomía, música y experiencias sensoriales en un entorno exclusivo. La tercera edición del evento volvió a reunir a algunos de los chefs más reconocidos del mundo, en una cita que ya se ha consolidado como un referente del calendario gourmet internacional.
Un festival de sabores frente a Cala Gració
La cita del pasado 13 de Mayo comenzó al atardecer, en las terrazas del hotel con vistas a Cala Gració, donde el público asistente pudo degustar en directo las creaciones de cocineros con estrellas Michelin, entre ellos Walter Sidoravicius (Omakase by Walt), Soenil Bahadoer, Adam Handling, Sidney Schutte, André Gerritz, Bas Brauns, Ben Palmer y Andrés Fernández, además de Mark Vaessen, chef ejecutivo de OKU, y Aleksandar Todorov, al frente del restaurante Teyo.
Entre las propuestas más aclamadas destacaron el sushi en directo de Sidoravicius, la langosta escocesa de Handling, o la sepia con espárrago blanco de Schutte, un bocado que captó todas las miradas durante la noche. El ambiente, marcado por un cuidado estilismo boho y un código de vestimenta inspirado en la “jungla subterránea”, dio forma a una velada única.
El evento dio el pistoletazo de salida a la temporada estival en Ibiza, con una asistencia que combinó gastronomía de vanguardia, música en vivo y una atmósfera clandestina.
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Un afterparty oculto bajo tierra
Tras la cena, los asistentes fueron conducidos a través de una puerta secreta ubicada junto a las cocinas del hotel, que daba acceso a un espacio subterráneo ambientado como una fiesta privada. Allí, OKU Ibiza transformó sus instalaciones en un recorrido multisensorial: una sala helada con chocolates y helados artesanos, un karaoke improvisado en la cocina de repostería, y un DJ set ubicado en una antigua despensa.
Como colofón, los más atrevidos pudieron acceder a un estudio de tatuajes temporal, preparado para quienes quisieran inmortalizar la experiencia. Esta propuesta, concebida como un afterparty “clandestino”, consolidó el evento como uno de los más originales y comentados de la temporada ibicenca.