Desde la solemnidad de la Capilla Sixtina, el Papa León XIV ha ofrecido este viernes su primera homilía como sucesor de Pedro. En un discurso cargado de definiciones, el nuevo Pontífice ha trazado una hoja de ruta clara: la Iglesia debe evangelizar incluso —y sobre todo— en los contextos donde la fe es ridiculizada, el culto al poder se impone y los propios fieles viven un «ateísmo de hecho».
“Hoy Jesús es reducido muchas veces a un superhombre o un líder carismático. Y esto no solo entre los no creyentes. También entre muchos bautizados”, ha advertido con firmeza. Para León XIV, esa distorsión de la figura de Cristo y la vida como si Dios no existiera representa uno de los grandes desafíos del cristianismo actual.
Evangelizar donde la fe se ridiculiza
El nuevo Papa ha identificado sin rodeos los obstáculos que enfrenta la misión de la Iglesia: “No son pocos los contextos en los que la fe cristiana es considerada una cosa absurda, para personas débiles, poco inteligentes”, ha dicho. Lugares donde se prioriza “la tecnología, el dinero, el éxito, el poder o el placer”.
Y sin embargo, ha insistido, esos son precisamente los territorios donde debe arraigar la misión. “Allí donde se ridiculiza al creyente, donde apenas se le soporta o compadece, es donde más se necesita anunciar el Evangelio”, ha afirmado. La ausencia de fe, ha añadido, “trae dramas como la pérdida del sentido de la vida, el olvido de la misericordia o la crisis de la familia”.
Un llamado y una promesa
En un pasaje más íntimo, León XIV ha recordado que su elección es un llamado de Dios transmitido a través del voto de los cardenales. “Dios me ofrece este tesoro para que, con su ayuda, sea fiel administrador, a favor de todo el cuerpo místico de la Iglesia”, ha señalado, comprometiéndose a ejercer el pontificado con entrega y fidelidad.
La Iglesia, ha explicado, es “arca de salvación que navega a través de las mareas de la historia, faro que ilumina las noches del mundo”. Y su fortaleza no reside en sus edificios ni estructuras, sino “en la santidad de sus miembros”.
“Sé que puedo contar con ustedes”
La homilía comenzó en inglés, su lengua materna, con un mensaje de cercanía al Colegio Cardenalicio: “Sé que puedo contar con todos y cada uno de ustedes para acompañarme mientras continuamos, como Iglesia, anunciando la buena nueva”.
Al finalizar la celebración, con el sonido del órgano de fondo, los cardenales dedicaron un largo aplauso al nuevo Pontífice mientras este cruzaba la Capilla Sixtina en dirección a la salida. Una señal de apoyo al inicio de un pontificado que ya ha dejado claras sus prioridades.