La presión migratoria en Baleares, especialmente en Ibiza y Formentera, ha sido uno de los temas centrales de la Conferencia de Presidentes celebrada este lunes en la isla. La presidenta del Govern, Marga Prohens, anunció que tanto el Ejecutivo autonómico como los consells insulares solicitarán una reunión con el comisario europeo de Interior y Migraciones, además de con la agencia Frontex, para abordar la creciente llegada de embarcaciones irregulares.
La reunión, que ha reunido a los máximos representantes institucionales de las islas, ha servido para reiterar una idea que ya se había planteado en anteriores encuentros: Baleares está desbordada y no puede seguir gestionando sola el fenómeno migratorio.
Pitiusas: foco de entrada y saturación
En lo que va de 2024, más de 1.200 menores no acompañados han llegado a las islas, según recordó Prohens, provocando una saturación sin precedentes de los dispositivos de acogida. En Ibiza y Formentera, la situación es especialmente grave. Tal como ha venido publicando La Voz de Ibiza, los recursos disponibles se encuentran al borde del colapso, con un aumento constante en el número de pateras interceptadas.
Los consells de Ibiza y Formentera volvieron a poner el acento en el papel que desempeñan como puertas de entrada al archipiélago. El presidente del Consell d’Eivissa alertó de que la isla está en una situación “límite”, mientras que desde Formentera se insistió en la necesidad urgente de ayuda por ser la isla más meridional del archipiélago y una de las más expuestas.
Un llamamiento directo a Bruselas
Tanto el Govern como los consells coincidieron en la necesidad de trasladar este escenario a las instituciones europeas, con el objetivo de que la UE asuma su responsabilidad en la vigilancia de las fronteras y en la gestión del fenómeno migratorio. Entre las acciones previstas, se contempla una visita conjunta a Bruselas para mantener reuniones con altos cargos de la Comisión Europea y buscar el apoyo de Frontex.
Además, se volvió a pedir al Gobierno central un cambio de rumbo en su política migratoria. Desde Baleares, se considera que las respuestas ofrecidas hasta ahora han sido insuficientes.