Tranquilidad y resignación se respira en el aeropuerto de Ibiza producto de la caída informática que afecta la salida y arribo de aviones en un viernes en plena temporada estival.
Debido a un “apagón mundial” por fallas en la actualización de un software, se han tenido que retomar las operaciones manuales como en los viejos tiempos, lo que genera largas colas para facturar los vuelos.
Según han informado fuentes de Aena a La Voz de Ibiza, de momento no ha habido “ninguna cancelación”. Mientras que la Guardia Civil ha agregado que tampoco hubo “ningún incidente”.
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De todas formas, varios efectivos se han desplegados ante el escenario caótico de miles de pasajeros atrapados en el aeropuerto. Así, se repiten las postales de personas tiradas en el suelo durmiendo, otros jugando a las cartas, cargando los móviles y avisando a sus familiares de los retrasos.
Por eso, se prevé una mañana larga que demandará paciencia ante esta situación atípica.