El Ayuntamiento de Sant Antoni de Portmany ha informado que las muestras recogidas tras el vertido de aguas fecales en Caló des Moro el pasado 29 de abril han dado resultados negativos en los indicadores de calidad de aguas de baño, específicamente E. coli y enterococos intestinales .
El incidente se originó por una obstrucción en la red de alcantarillado en la calle Soledad, lo que provocó que, durante las labores de desatasco y posterior hipercloración, restos del lavado llegaran por gravedad a las rocas de la playa.
Desde el Consistorio se asegura que se siguió el protocolo establecido, incluyendo la toma de muestras para análisis y la vigilancia continua de la zona, corroborando que no existía afectación en el área de baño.
Este suceso ha sido atribuido al mal uso del sistema de alcantarillado, debido al vertido de toallitas desechables y aceites que generan obstrucciones en la red.
Polémica inicial por la falta de aviso a los bañistas
El incidente generó preocupación vecinal y críticas al Ayuntamiento de Sant Antoni después de que, como informó La Voz de Ibiza, no se avisara a los bañistas tras el vertido ocurrido el 29 de abril. En aquel momento, testigos presenciales denunciaron la presencia de restos fecales en la zona de baño de Caló des Moro, sin que se activara ningún protocolo visible de prevención o señalización. Ahora, con los resultados negativos en los análisis, el Consistorio reafirma su versión inicial de que no hubo afectación al agua de baño, destacando que se actuó siguiendo el protocolo habitual.