Agentes de la Policía Nacional han detenido en Ibiza a un hombre español como presunto autor de un delito de tenencia y distribución de pornografía infantil y corrupción de menores. La operación, que llevaba meses en marcha, arrancó tras recibir un informe de la Unidad Central de Ciberdelincuencia, que alertaba sobre la descarga y distribución de contenido pedófilo en redes de intercambio de archivos.
A raíz de este informe, la investigación se trasladó a la Brigada Provincial de Policía Judicial en Mallorca, donde el Grupo de Investigación Tecnológica continuó con las pesquisas hasta dar con un usuario en Ibiza, que presuntamente descargaba y compartía archivos de explotación infantil a través de internet.
La Policía localiza su domicilio y solicita un registro judicial
Los agentes de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) en Ibiza iniciaron un operativo para identificar y localizar al presunto autor. Tras recopilar todas las pruebas, se consiguió judicializar la investigación, lo que permitió solicitar al juzgado correspondiente una orden de entrada y registro en su vivienda.
Durante el operativo, se procedió a la detención del sospechoso y se incautó un importante volumen de material informático, compuesto por varios ordenadores de sobremesa y portátiles, así como diversos discos duros. Todo este material ha sido intervenido con el objetivo de realizar un volcado de datos y un análisis exhaustivo por parte de la Unidad de Pericias Informáticas de la Policía Nacional.
Los agentes advierten: la simple tenencia de pornografía infantil es delito
La Policía Nacional ha recordado que la legislación española no distingue entre diferentes tipos de pornografía infantil: cualquier representación de un menor realizando actos sexuales o en contenido de naturaleza explícita constituye un delito, independientemente de que se trate de imágenes reales o generadas digitalmente.
Además, las autoridades insisten en que, en caso de descarga accidental de un archivo pedófilo, se debe eliminar inmediatamente y notificar a la Policía, indicando el lugar donde se produjo la descarga para su investigación. La posesión de este material es ilegal en cualquier circunstancia y puede conllevar graves consecuencias penales.
Las investigaciones continúan y el caso sigue bajo la supervisión del juzgado competente, a la espera del análisis del material incautado.