La seguridad aérea en Ibiza vivió anoche momentos de tensión tras varios reportes de deslumbramientos provocados por punteros láser en aviones en fase de aproximación al aeropuerto. Según informaron los controladores aéreos a través de redes sociales, varios pilotos notificaron el incidente, que obligó a dar aviso inmediato a la policía y al resto de tripulaciones en operación.
El uso de punteros láser contra aeronaves no es un juego: apuntar a la cabina de un avión en vuelo puede provocar ceguera momentánea en los pilotos y representa un delito contra la seguridad aérea, sancionado severamente por la legislación española.
Un riesgo real en maniobras críticas
El acercamiento a un aeropuerto —especialmente en fase de aterrizaje nocturno— requiere máxima concentración y visibilidad. Un deslumbramiento por láser en ese momento puede impedir que el piloto vea correctamente los instrumentos o la pista, poniendo en riesgo a la tripulación, a los pasajeros y a la operación aérea en su conjunto.
Según el aviso de Controladores Aéreos, las notificaciones se produjeron en el entorno de aproximación al aeropuerto de Ibiza, donde varios vuelos reportaron el mismo tipo de incidencia.
Un problema que se repite: así se ve un láser desde una cabina
Para dimensionar el peligro, La Voz de Ibiza ha recuperado un vídeo de archivo en el que se muestra cómo se percibe un láser desde el interior de una cabina de avión: un haz de luz intensa y súbita que invade toda la visión del piloto, impidiéndole leer los instrumentos o mantener el control visual de la trayectoria.
Este tipo de incidentes, que han aumentado en distintas partes del mundo en los últimos años, no solo pueden provocar accidentes graves, sino que también suponen graves consecuencias legales para quienes los provocan.
Un delito muy serio
Apuntar con un láser a una aeronave está tipificado como delito contra la seguridad del tráfico aéreo en el Código Penal español. Puede acarrear penas de prisión e importantes multas, además de la apertura de investigaciones policiales inmediatas.
Desde el sector aéreo insisten en la concienciación pública: un láser no es un juguete. Utilizarlo de forma irresponsable en las cercanías de un aeropuerto puede terminar en tragedia.