El mundo del cine despide a Claudia Cardinale, una de las actrices más reconocidas y admiradas de la cinematografía italiana y europea.
Con una carrera que abarcó más de seis décadas y títulos emblemáticos que marcaron la historia del séptimo arte, su partida a los 87 años deja un vacío enorme en la cultura y en la memoria colectiva de varias generaciones de cinéfilos.
De qué ha muerto Claudia Cardinale

La noticia de la muerte de Cardinale fue confirmada por su representante desde Francia, país en el que residía desde hace años. La actriz falleció en su casa de Nemours, acompañada de sus hijos y familiares más cercanos.
Aunque no se han dado a conocer detalles médicos específicos, las fuentes cercanas apuntan a un fallecimiento en calma, propio de su avanzada edad. El hermetismo de la familia con respecto a las causas responde a la intención de centrar la atención en el legado de la actriz, más que en sus últimos momentos.
Una carrera que marcó a una época

Claudia Cardinale nació en 1938 en Túnez, en el seno de una familia siciliana, y desde joven se abrió camino en el mundo del cine. Su salto a la fama llegó en los años 60, cuando trabajó con algunos de los directores más influyentes de la época.
Fue protagonista de películas como 8½ de Federico Fellini, Il Gattopardo de Luchino Visconti y C’era una volta il West de Sergio Leone, todas consideradas hoy piezas fundamentales de la historia del cine.
Su talento y magnetismo en pantalla le permitieron trascender las fronteras del cine italiano. También brilló en producciones internacionales, como The Pink Panther, donde consolidó su estatus de estrella global: con su estilo único, logró equilibrar la fuerza interpretativa con una elegancia que la convirtió en musa y referente.
El legado de una mujer adelantada a su tiempo

Más allá de su carrera artística, Cardinale también fue admirada por su independencia y carácter firme en una industria dominada por hombres. Supo seleccionar papeles desafiantes, que retrataban mujeres complejas y con voz propia, anticipándose a debates que cobrarían fuerza décadas más tarde.
Durante más de 60 años de trayectoria, participó en más de un centenar de películas y fue galardonada en múltiples festivales internacionales. Su nombre quedó asociado no solo al esplendor del cine italiano de posguerra, sino también a la capacidad de un artista de trascender épocas y estilos.
Las reacciones y los homenajes
La muerte de Claudia Cardinale provocó una ola de homenajes en Italia, Francia y en distintos rincones del mundo. El Ministerio de Cultura italiano la recordó como “una actriz inmortal que supo dar alma al cine de nuestro país”. Sus colegas, tanto de su generación como más jóvenes, destacaron la influencia que ejerció y la inspiración que representó para nuevas actrices.
En redes sociales, miles de mensajes recordaron no solo a la estrella de grandes producciones, sino también a la mujer cálida y comprometida que mantuvo siempre un vínculo cercano con el público. Su figura, más allá del cine, se convirtió en un símbolo de la cultura mediterránea y europea del siglo XX.