Ibiza vuelve a convertirse en escenario del lujo más descomunal. Esta semana navega por sus aguas uno de los yates más grandes del planeta: el imponente Renaissance, una mole de 112 metros de eslora que se alquila por 3 millones de euros semanales. Con seis cubiertas, helipuerto, cine privado, bar de sushi y capacidad para hasta 44 invitados, su silueta domina la costa como un edificio flotante.
El barco, botado en 2021 en el astillero vigués Freire, ostenta el título de mayor embarcación de recreo jamás construida en España. Detrás del proyecto está el magnate Gary Klesch, un poderoso empresario estadounidense con residencia en Suiza y fundador del Grupo Klesch, uno de los grandes conglomerados industriales europeos. El precio estimado de la embarcación: 185 millones de euros.
Diseñado para entretener multimillonarios
Aunque Klesch es su propietario, no lo utiliza como barco personal. El Renaissance es una inversión orientada al chárter de lujo. Lo gestiona la firma especializada Burgess, que lo presenta como un “templo del ocio” capaz de ofrecer experiencias exclusivas a bordo para millonarios que buscan privacidad, confort extremo y servicios de hotel cinco estrellas.
“El diseño está pensado para sorprender a cada paso”, señala Caroline Taylor, responsable de la división de alquiler de Burgess. La nave cuenta con 19 suites, piscina principal, spa, gimnasio, salón de belleza, comedor privado y un cine de alta gama para 19 personas. En la cubierta principal, además, hay dos bares: uno de sushi y otro con horno de pizza junto a la piscina. Por la noche, las cubiertas se convierten en pista de baile con DJ en directo.
Aunque parezca difícil de creer, está alquilado esta misma semana y ya ha podido verse frente a las costas de Ibiza. Después de su escala pitiusa, se espera que ponga rumbo a Palma de Mallorca.