Trabajadores de IB3 han convocado cuatro días de huelga por Sant Joan, que se suman a los paros parciales previstos para este martes, 10 de junio, y este viernes 13, para protestar por el incumplimiento de las medidas de armonización horaria y la creación de una nueva relación de puestos de trabajo derivadas del acuerdo para la internalización de más de 300 empleados procedentes de subcontratas.
Según ha informado el comité de empresa del ente público en un comunicado, los trabajadores de IB3 harán huelga los días 22, 23, 24 y 25 de junio, unas jornadas que se suman a los paros parciales previstos para este martes, 10 de junio, y viernes 13 del mismo mes.
«Es muy doloroso tener que convocar una huelga en unos días tan especiales para los ciudadanos de Baleares, pero no nos queda otra salida», han lamentado los trabajadores del ente público.
El comité de empresa de IB3 ha explicado que el motivo de la convocatoria de estos paros es que «después de llegar a un acuerdo de integración el 4 de diciembre de 2024 con el anterior director general, Albert Salas, ahora el Govern y la nueva dirección del Ente Público de Radiotelevisión de Baleares no reconocen el pacto y quieren proponer un nuevo calendario de negociaciones«.
En concreto, ha denunciado, «quieren echar a las basuras la Relación de Puestos de trabajo (RLT) que se había negociado con mucho esfuerzo durante meses».
«Una RLT que», según ha añadido, «se basó en una valoración de lugares de trabajo que IB3 encargó a una empresa externa y que ahora el Govern ni reconoce ni valida». «Trabajo de todo un año y sueldos públicos tirados a la basura», ha criticado.
Por ello, en el comité de empresa de IB3 se han mostrado «muy decepcionados y enfadados«, ya que «ha sido una negociación muy dura que se suponía que contaba con el beneplácito de Función Pública». «Pero ahora tanto Función Pública como la nueva dirección de IB3 reniegan de todo lo que se hizo», han lamentado.
«Después de la espantada de la anterior dirección este lunes el nuevo director general ha cesado a la última persona que todavía quedaba del anterior equipo y que había negociado con el comité», han señalado, considerando que les «han mentido» y «engañado». «Han jugado con el futuro de más de 300 familias«, han reprochado.
«El Govern y en especial la presidenta Marga Prohens y la consellera de Presidencia y Administraciones Públicas, Antònia Estarellas, han incumplido su palabra», han lamentado, por lo que, según el comité de empresa del ente público, «alguien tiene que asumir la responsabilidad de este desastre mayúsculo».