En el primer pleno del Consell de Formentera tras la expulsión de Llorenç Córdoba de Sa Unió, las tensiones políticas se hicieron evidentes, pero también se ha demostrado unidad en el momento de las votaciones, ya que Córdoba y los ocho consellers de Sa Unió votaron juntos todos los puntos del orden del día.
Con el voto a favor del «equipo de gobierno», tal como lo cita la nota de prensa del pleno del Consell Insular de Formentera, se aprobaron diversas modificaciones, entre las cuales se destacan las ordenanzas de la zona azul y la fiscal reguladora de la retirada de vehículos.
Además, se han abordado otros temas, como la mejora de los servicios presenciales del SEPE en la isla, la incorporación de nuevos cargos al Consell, el pago de una subvención a la Universidad de las Islas Baleares, el traslado de documentos notariales al Archivo Histórico de Ibiza y Formentera, la ratificación de la composición del Consell de Entidades, y propuestas para la creación de comisiones y programas relacionados con la gestión y servicios del Consell Insular.
Una mañana de rifirrafe y distanciamientos
La jornada había comenzado con la decisión del presidente no adscrito de ser acompañado por el secretario y el interventor, generando críticas por parte del PSOE.
El distanciamiento entre Córdoba y los consellers de Sa Unió ha sido notorio, especialmente en momentos como el rifirrafe con José Manuel Alcaraz, presidente del PP de Formentera, quien le espetó a Córdoba que lo tratara como «vicepresidente tercero y conseller de Promoción Económica y Administración Insular del equipo de gobierno», marcando la diferencia entre el presidente no adscrito y el grupo al que solía pertenecer.
Sumado a ello, se ha dado también una escena de frialdad al participar del acto de la Asociación Española Contra el Cáncer, donde consellers como José Manuel Alcaraz evitaron mostrarse cercanos a Córdoba durante el evento.
Sin embargo, a pesar de las tensiones y del evidente distanciamiento, Córdoba y Sa Unió han demostrado unidad en la votación en los distintos temas de la agenda legislativa.
Así pues, Córdoba y Sa Unió han actuado como un equipo de gobierno a pesar de la situación insólita que supone que el presidente sea no adscrito y la comunicación entre ellos sea prácticamente nula y la frialdad evidente.