Juan Ferrando D., de 82 años, será juzgado próximamente en la Audiencia Provincial de Palma por entrar de forma reiterada en la vivienda de Cala Saona (Formentera) que alquilaba a tres jóvenes, a las que espiaba y manipulaba su ropa íntima sin consentimiento. La Fiscalía solicita dos años de prisión por un delito de allanamiento de morada, mientras que la acusación particular reclama cuatro años y medio de cárcel, añadiendo un delito de acoso.
Los hechos salieron a la luz en septiembre de 2023 y han sido calificados por el Ministerio Público como un grave atentado contra la intimidad y la dignidad de las víctimas, a las que el acusado deberá indemnizar con 1.000 euros cada una, según la petición fiscal. La acusación, por su parte, eleva la cuantía a 4.000 euros por perjudicada, según publica Ultima Hora.
Entradas casi diarias sin permiso y con ánimo libidinoso
Las víctimas —entre ellas una joven mallorquina— comenzaron a sospechar tras notar alteraciones en su ropa. Instalaron cámaras de seguridad en el interior del apartamento y, al revisar las grabaciones, descubrieron que Juan Ferrando entraba casi cada día cuando ellas estaban trabajando. Una vez dentro, registraba la ropa sucia y olía prendas íntimas como bragas, según consta en el atestado de la Guardia Civil.
El acusado es marido de la propietaria del inmueble, y aunque no figuraba como titular del contrato de alquiler, tenía acceso libre al domicilio. Esta condición ha sido considerada por las acusaciones como un abuso de confianza especialmente grave, dado que el domicilio arrendado es constitucionalmente inviolable, incluso frente al propietario.
El juicio será con jurado popular en Palma
El procedimiento se tramita en la Audiencia Provincial de Palma, donde el juicio se celebrará con jurado popular, al tratarse de un delito que afecta al derecho fundamental a la inviolabilidad del domicilio. El letrado de las víctimas, Mateu Siquier, ha solicitado que se tenga en cuenta el impacto psicológico de la situación vivida por las jóvenes, así como el carácter sistemático de los accesos ilegítimos.
Detención en 2023 tras la denuncia de las víctimas
Los hechos fueron denunciados ante la Guardia Civil tras la obtención de las imágenes. El hombre fue detenido y quedó en libertad con cargos, a la espera de juicio. La investigación se centró en la reiteración de las conductas y en el componente libidinoso de las acciones, que podrían configurar un delito de acoso si se demuestra la intención lasciva y el daño psicológico generado.