La Unión General de Trabajadores (UGT) ha denunciado este sábado el “grave abandono” que sufren Ibiza y Formentera en el servicio de transporte sanitario urgente y no urgente, acusando al IB-Salut y a la empresa pública GSAIB de incumplir compromisos y poner en riesgo la seguridad de pacientes y profesionales. Según el sindicato, de las tres nuevas ambulancias anunciadas hace tres semanas para Ibiza, solo han llegado dos, y una lo hizo con la camilla rota.
Falta de recursos y bases deterioradas
UGT advierte que Formentera carece de cobertura completa en el servicio programado fuera del horario de lunes a viernes, ya que el SAMU 061 emplea la única ambulancia de urgencias para altas hospitalarias.
Además, la base insular, que costó un millón de euros, presenta graves deficiencias: puertas que no cierran, ausencia de control de acceso y presencia de personas ajenas durmiendo en sus instalaciones.
En Ibiza, el sindicato reclama una nave adaptada para guardar ambulancias, como ya existe en Mallorca y Menorca, así como medidas para proteger el material y la medicación del calor extremo, que en verano alcanza los 50 °C en vehículos estacionados en San Antonio.
También exige la creación de un carril exclusivo para ambulancias en el centro de salud de esta localidad y mejoras en la base de San Agustín, incluyendo techado, ventiladores y ducha para descontaminación biológica.
Recursos inutilizados y personal insuficiente
Entre las denuncias, UGT señala que el vehículo LIMA disponible en el Hospital Can Misses permanece parado por falta de personal, pese a la existencia de trabajadores en bolsa. Asimismo, pide que la ambulancia de soporte vital básico (SVB) de Sant Joan opere todo el año, así como la de San Agustín, que actualmente solo funciona 24 horas durante el verano.
Ambiente laboral y acciones legales
El sindicato alerta también de un “ambiente laboral tóxico” en el servicio, con acusaciones de comentarios ofensivos, injerencias en la vida privada y acoso laboral. Por estos motivos, se han presentado denuncias ante la Inspección de Trabajo y se exige la creación de un departamento de Recursos Humanos en las Pitiusas para resolver incidencias laborales de forma directa.
UGT insiste en que la situación provoca agotamiento mental, precariedad y tensión en la plantilla, afectando directamente a la calidad asistencial. “Los ciudadanos enfermos de Ibiza y Formentera no pueden seguir pagando las consecuencias de la dejadez y del centralismo que prioriza siempre a Mallorca”, concluye el comunicado.