Hace exactamente un mes que caducó el convenio de hostelería de Baleares, al que se llama “la madre de todos los convenios, por impactar en 180.000 trabajadores del colectivo. Este miércoles, las negociaciones tendrán un nuevo capítulo, que asoma como decisivo tras semanas de estancamiento y acusaciones cruzadas entre sindicatos y patronal. Un marco en el cual UGT ha advertido que, si no hay avances, podrían activarse medidas de presión a partir del 1 de mayo, coincidiendo con el arranque de la temporada turística.
Cuarta reunión
Las partes llegan a este nuevo encuentro tras tres reuniones previas marcadas por la falta de progresos. Consultada por La Voz de Ibiza, Guadalupe López Monedero, la secretaria general de la Federación de Hostelería de UGT, que la paciencia se agota: “Las expectativas son ver mañana si están más cercanas las posturas, y si no, tendremos que empezar con movilizaciones a partir del 1 de mayo”.
UGT reclama una subida salarial del 19 % distribuida en tres años, y la reducción de la jornada a 35 horas semanales, en línea con lo que el Gobierno central ha comenzado a impulsar progresivamente en el sector público. En una primera instancia, serían 37 horas y media. Sin embargo, esta exigencia es, según la patronal, lo que condiciona toda la negociación.
Los puntos más tensos de la negociación
Los sindicatos (además de UGT, está CCOO) no solo insisten en las mejoras salariales, sino también en mejorar las condiciones de los fijos discontinuos y que se les permita trabajar durante más tiempo. Según denuncian, con lo que ganan en solo cinco o seis meses deben sostenerse el resto de los meses del año.
“Esta isla genera mucho dinero, y luego el reparto no es equitativo”, sostiene López. “No es normal que digan que no pueden asumir la subida cuando este fin de semana se publica que solo el ocio nocturno ha facturado 35 millones de euros”.
Otro punto clave es la jornada laboral. Para UGT, trabajar 35 horas a la semana en hostelería no solo es viable, sino urgente ante la sobrecarga que enfrentan muchos trabajadores en plena temporada. “Hace cien años pasamos de 48 a 40 horas. Ahora estamos en el siglo XXI y toca avanzar”, ha señalado la portavoz sindical.
La patronal insiste en la jornada como muro de bloqueo
Desde el lado empresarial, la posición es clara: la reducción de la jornada laboral es inasumible. Manuel Sendino, representante de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (FEHIF), señala que mientras ese punto no se resuelva, no se puede avanzar en nada más.
La FEHIF es una de las federaciones empresarias que forman parte de las negociaciones, junto con la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), la Asociación Hotelera de Menorca (Ashome), CAEB Restauración, la Asociación Balear de Ocio y Entretenimiento (Abone) y las pequeñas y medianas empresas.
“El tema de la jornada impide avanzar la negociación. Hasta que este asunto no esté claro, lo demás son hipótesis”, ha explicado Sendino en diálogo con La Voz de Ibiza.
“Para decirlo con un ejemplo, si usted va al mercado a comprar manzanas y le dicen que un kilo de manzanas son 10 euros, pues bueno, ya sabe usted lo que vale el kilo, pero si luego le dicen que el kilo a lo mejor son 800 gramos, pues ya no sabe cuánto vale el kilo”, ha remarcado.
Según su visión, si se resuelve el asunto de la jornada, podrían abrirse espacios para negociar mejoras salariales u otros derechos solicitados por los sindicatos, como el reclamo por fijos discontinuos.
Clima de tensión ante el arranque de la temporada
UGT ha anticipado que, si no se producen avances inmediatos, se activarán asambleas informativas con los trabajadores del sector para decidir las próximas medidas. La posibilidad de movilizaciones durante mayo se da por descontada si persiste el bloqueo.
Si bien López se ha mostrado optimista en que puedan alcanzarse acuerdos, ha recordado que “el sector de hostelería es un sector que siempre se ha movido cuando han habido negociaciones de convenio y las posturas estaban alejadas. Al final son los que están sufriendo las cargas de trabajo y la falta de personal”, ha señalado. Más allá de que IGT se movilizará este 1 de mayo, con la vivienda como principal reclamo, desde el lunes, en diversas asambleas, podrían comenzar a definirse medidas específicas por el reclamo de hostelería.
Sendino reconoce que “nunca son buenas noticias” los conflictos laborales en esta época del año, pero insiste en que aún es pronto para pensar en consecuencias inmediatas: “Primero hay que tener la reunión, como un partido de fútbol: hay que jugarlo”.
De todas maneras, al contrario que López, Sendino ha admitido que no espera que en las próximas horas haya acercamientos significativos. Desde el lado empresarial creen que la puja seguirá. Mientras tanto, la temporada turística se avecina.