El cuerpo sin vida fue recuperado en la tarde del jueves 3 de julio, en aguas del norte de Ibiza, tras varios días en los que diversas embarcaciones habían alertado de su presencia. La señal definitiva llegó a las 17:00 horas, momento en que se activó un dispositivo coordinado entre la Guardia Civil y la Policía Local de Sant Joan de Labritja.
A las 17:37 h, los agentes de Sant Joan accedieron a la zona, donde una embarcación ya custodiaba el punto exacto del hallazgo, a la espera de las autoridades. Fue entonces cuando una patrullera de la Guardia Civil se dirigió al lugar para recuperar el cuerpo y trasladarlo a puerto.
¿En qué estado se encontraba el cadáver?
El cadáver, según confirmaron las autoridades, presentaba un estado de descomposición avanzado, lo que sugiere que llevaba varios días flotando en el mar. Este dato complica su identificación inmediata, motivo por el cual fue puesto a disposición judicial para el inicio de las diligencias forenses.
La identidad y procedencia de la víctima no han sido confirmadas oficialmente, pero todo apunta a que podría tratarse de una persona migrante desaparecida en el Mediterráneo, una hipótesis que ya se ha manejado en otros casos recientes en las islas.
El impacto de este hallazgo en el contexto actual
El hallazgo se suma a una preocupante sucesión de cuerpos localizados en aguas de Ibiza y Formentera en las últimas semanas. Aunque no todas las identidades han podido ser confirmadas, las autoridades no descartan que estén relacionados con travesías migratorias que terminan en tragedia.
En las últimas semanas, se vienen repitiendo los hallazgos de cadáveres en el mar, vinculados con la inmigración ilegal que llega a Baleares en pateras. La Guardia Civil ha confirmado una investigación en curso por el macabro hallazgo de cuerpos sin vida con las manos y pies atadas.
Los descubrimientos ocurrieron en medio de un aumento de muertes en la ruta que une Argelia con Baleares, considerada una de las travesías migratorias más peligrosas.
Desde el Ayuntamiento de Sant Joan, se ha valorado especialmente la rapidez de reacción y la coordinación entre los cuerpos de seguridad, subrayando que este tipo de intervenciones marítimas requieren recursos, experiencia y cooperación institucional.