Los ayuntamientos de Santa Eulària des Riu y Sant Joan de Labritja han celebrado esta semana sus plenos ordinarios de septiembre con un punto en común: la reducción del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), dentro de su compromiso de aliviar la carga fiscal a los vecinos.
En Santa Eulària, el pleno aprobó reducir el tipo impositivo del IBI rústico del 0,47 al 0,45 %, lo que beneficiará a más de 5.300 referencias catastrales. Es la segunda rebaja en tres años, ya que en 2022 el impuesto se situaba en el 0,49 %. El consistorio calcula que la recaudación se reducirá en unos 200.000 euros acumulados en este periodo .
Por su parte, Sant Joan ha dado luz verde a una rebaja del 8 % en el IBI, pasando del 0,63 % al 0,58 % tanto para bienes urbanos como rústicos. Además, se ha aprobado una bonificación del 50 % del IBI para familias numerosas sobre su vivienda habitual, siempre que cumplan requisitos de empadronamiento y titularidad.
Santa Eulària: mociones por el agua y nuevas calles
El pleno de Santa Eulària aprobó también una moción para instar al Govern y al Estado a tomar medidas urgentes contra la sequía, en línea con las iniciativas que el municipio viene desarrollando desde 2019. Según el equipo de gobierno, la inversión en materia hídrica supera ya los 12 millones de euros, destinados a renovar tuberías, ampliar depósitos o inyectar agua desalada .
La sesión incluyó además el acuerdo para otorgar condecoraciones a 22 policías locales por su labor profesional, y la aprobación del nomenclátor de varias calles. Entre las nuevas denominaciones figura el Carrer Victorina Ferrer Saldanya, en reconocimiento a la escritora ibicenca del siglo XIX .
Sant Joan: inversiones millonarias y agua desalada
El pleno de Sant Joan aprobó asimismo una modificación de crédito de más de 3 millones de euros, que permitirá financiar proyectos como el reasfaltado de la carretera de Benirràs (1,2 millones) y mejoras en caminos vecinales, instalaciones deportivas, seguridad y puntos de recarga eléctrica.
También se ratificó el proyecto del nuevo depósito regulador de agua desalada en Sant Miquel, con una inversión de 1,7 millones de euros. La alcaldesa, Tania Marí, subrayó que este paso permitirá que “el Puerto de Sant Miquel reciba agua desalada y reducir así la carga sobre los acuíferos, en plena situación de alerta por sequía”.