Aunque la contaminación por ozono troposférico ha disminuido en Ibiza en los últimos años, la isla no escapa a un problema que afecta a toda Baleares. Según el nuevo Informe estatal de calidad del aire 2025 elaborado por Ecologistas en Acción, toda la población balear ha respirado aire con niveles de ozono dañinos para la salud durante el trienio 2023-2025, de acuerdo con los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La organización ambiental destaca que las estaciones de medición en Ibiza registraron una fuerte reducción del número de días con mala calidad del aire por ozono, cayendo un 100% respecto a la media de 2012-2019. En Palma y en el resto de Menorca, la mejora también ha sido significativa —del 92% y el 70%, respectivamente—, mientras que la zona de Maó y Es Castell ha empeorado notablemente, con un aumento del 179%.
Aun así, el conjunto de las Pitiusas sigue afectado por las concentraciones generales del archipiélago, que han vuelto a los niveles previos a la pandemia y son los más altos desde 2018. El repunte se debe principalmente a las altas temperaturas y la intensa radiación solar del verano, con dos olas de calor prolongadas entre junio y agosto.
Menos superaciones en Ibiza, pero más riesgo en el conjunto balear
En términos generales, Ecologistas en Acción señala que el ozono ha aumentado un 11% en Baleares respecto al promedio del periodo 2012-2019, recuperando la tendencia al alza previa al confinamiento. Este gas se forma por reacciones químicas entre contaminantes del tráfico, la industria o la aviación —factores especialmente relevantes en una isla turística como Ibiza— bajo la acción del calor y la luz solar.
Aunque Ibiza muestra una mejora local, la ONG advierte de que el archipiélago en su conjunto mantiene niveles perjudiciales para la salud y reclama que el Govern y el Estado aprueben de forma urgente un Plan Nacional de Ozono.
El aire, un problema de salud pública
A nivel nacional, más de 12 millones de españoles respiraron aire con ozono por encima de los nuevos límites europeos fijados para 2030. Si se aplican los valores más estrictos de la OMS, el problema afecta al 97% de la población del país.
Ecologistas en Acción recuerda que la contaminación por ozono es un problema sanitario “de primer orden”, vinculado al aumento de enfermedades respiratorias y cardiovasculares. La organización reclama reducir el tráfico motorizado, limitar el uso de disolventes y combustibles fósiles y ordenar el despliegue de energías renovables para disminuir las emisiones que contribuyen a este contaminante.













