Los hoteleros, empresarios de la restauración y del ocio nocturno de Baleares han ofrecido por primera vez una propuesta formal de mejora salarial progresiva del 8,5 % en tres años a los sindicatos que negocian el nuevo convenio autonómico de hostelería, que afecta a 180.000 trabajadores.
Lejos de suponer un avance decisivo, la negociación sigue encallada: los sindicatos han rechazado de plano la propuesta, a la que califican de “insultante”.
En medio del bloqueo, la líder socialista Francina Armengol ha irrumpido en el debate reclamando la intervención activa del Govern, a quien ha pedido que “no se ponga de perfil”. La también presidenta del Congreso ha recordado que durante su mandato se logró un aumento acumulado del 25% en los sueldos del convenio, fruto de acuerdos tripartitos entre patronal, sindicatos y administración autonómica.
Una oferta abierta a negociación, con condiciones
La patronal —a través de portavoces como María José Aguiló, de la Federación Hotelera de Mallorca— ha dejado la puerta abierta a mejorar la oferta del 8,5 % si se introducen elementos como mayor flexibilidad laboral y medidas para reducir el absentismo, cuyo coste calculan en 30 millones de euros anuales, con una media del 14,8 % de ausencias, más del doble que la media nacional.
“Las empresas hemos hecho los deberes desde 2014: los salarios han subido un 34,6 %, muy por encima de la inflación”, recordó Aguiló, defendiendo la seriedad de la propuesta actual.
El reparto planteado es de un 3,5 % en 2025, seguido de un 2,5 % en 2026 y otro 2,5 % en 2027. Los sindicatos, por su parte, reclaman un 19 % de incremento total: un 8 % en el primer año, seguido de un 6 % y un 5 %, respectivamente.
Las posturas siguen lejanas: amenaza de movilizaciones
Tanto UGT como CCOO han calificado la propuesta empresarial de insuficiente e “ilógica”, especialmente en un contexto de récord turístico e ingresos históricos en el sector. El dirigente de UGT-Servicios en las islas, José García Relucio, ha asegurado que la parte sindical no piensa retroceder en sus demandas, que incluyen no solo la subida salarial, sino más garantías para los fijos discontinuos y el compromiso de medir la carga laboral de las camareras de piso.
Relucio también ha confirmado la celebración de asambleas informativas con los trabajadores y no descarta movilizaciones si no hay avances antes del próximo 22 de mayo, cuando se volverá a reunir la mesa oficial. Hasta entonces, se ha creado una subcomisión paritaria de 12 personas para intentar desbloquear el diálogo.